Estilo de Vida

¿Llevar o no a los niños y niñas a control pediátrico durante las vacaciones de invierno?: lo que dicen los expertos

Estos días de descanso pueden ser el momento justo para evaluar el desarrollo y verificar que estén creciendo de manera adecuada.

Niño talla baja

Sin duda que uno de los momentos más esperados por los escolares son las vacaciones de invierno, momento en el que pueden hacer un alto en los estudios y descansar.

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Sí, porque para los especialistas, esta es una oportunidad valiosa para fortalecer vínculos familiares, compartir juegos, pasar tiempo con los amigos y también, para flexibilizar algunas rutinas y horarios.

“Durante los periodos de vacaciones, el problema está en que los niños y sus padres no le toman el peso a las consecuencias cuando se relajan algunas rutinas y se permite acostarse a altas horas de la noche o levantarse demasiado tarde, sin reconocer los efectos perjudiciales que pueden tener en su bienestar”, señaló la doctora Carolina Mendoza, endocrinóloga pediátrica de Endoplus.

La falta de descanso adecuado en los menores puede afectar su concentración, provocar alteraciones en su estado de ánimo y generar dificultades en su conducta, en el proceso de aprendizaje y causar en general, un bajo desempeño diurno.

Para la doctora Mendoza la carencia de un sueño suficiente y de calidad tiene un impacto directo en el crecimiento porque durante la noche es el momento en que el organismo secreta mayor cantidad de hormona del crecimiento, que es la encargada fundamental del crecimiento en la niñez y adolescencia.

Momento oportuno para una evaluación pediátrica

Algunos padres descubren tardíamente que su hijo enfrenta dificultades en su crecimiento, trastornos que interfieren con su desarrollo habitual y los llevan a estar por debajo del promedio de estatura correspondiente a su edad y sexo. Por ello, la doctora Mendoza plantea que estos días de vacaciones pueden ser un momento oportuno para ponerse al día con los controles pediátricos y chequear el desarrollo de niños y adolescentes porque, al no tener clases, pueden asistir sin interrumpir sus actividades escolares, así como realizar exámenes preventivos para detectar posibles problemas en su salud en forma temprana.

El crecimiento es el principal indicador de bienestar de un niño. La invitación es a llevar a los hijos a controles de manera periódica para su evaluación y así, poder detectar si está creciendo de manera adecuada o no, y también ver cómo está el niño desde el punto de vista nutricional o si presenta alteraciones hormonales”, explicó.

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A lo anterior, agregó que “en cada control pediátrico vamos pesando y midiendo a los niños y con esos datos, podemos realizar la curva de crecimiento para determinar si es que ese niño va creciendo con una velocidad adecuada o si es que está bajo lo que le corresponde a su carril por edad y sexo”.

Para concluir, la doctora Carolina Mendoza señaló que los controles oportunos permiten diagnosticar e investigar la causa de un posible déficit de crecimiento y, en el caso que se requiera, iniciar un tratamiento de acuerdo con las necesidades de cada persona, recalcando que un inicio precoz de las acciones terapéuticas genera un mejor resultado a largo plazo.

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