Durante los meses fríos, los síntomas respiratorios aumentan considerablemente. Muchas personas experimentan malestares similares que pueden confundir: estornudos, secreción nasal, tos persistente e incluso ojos irritados. Sin embargo, identificar correctamente si se trata de un resfrío o una alergia estacional es esencial para recibir el tratamiento adecuado y prevenir agravamientos, en especial entre quienes padecen asma u otras enfermedades respiratorias.
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Ambas afecciones pueden parecer similares, pero tienen causas y duraciones distintas. Mientras que el resfrío común es provocado por virus, la alergia es una reacción del sistema inmune ante alérgenos como el polvo, los ácaros o el moho. “El resfrío es autolimitado y suele desaparecer entre cinco y diez días; la alergia puede durar semanas y no provoca fiebre”, explicó la doctora Magdalena Galarce, médico de familia de Farmacias Ahumada.
Una señal útil para distinguirlas está en la presencia de fiebre y dolor muscular, típicos de un cuadro gripal o viral. En contraste, la alergia tiende a manifestarse con síntomas más localizados como picazón, estornudos frecuentes y ojos llorosos, especialmente al despertar. “Si no hay fiebre ni dolor generalizado, y los síntomas son repetitivos, puede tratarse de una alergia”, añadió Galarce.
En este contexto, el asma es un factor de riesgo relevante. De acuerdo con la Red UC Christus, hasta un 75% de los pacientes asmáticos reportan que el frío les desencadena crisis, mientras que el 90% señala a los virus respiratorios como un detonante. El invierno, con sus bajas temperaturas, alta contaminación y proliferación de virus, genera condiciones propicias para la inflamación de las vías respiratorias.
¿Qué hacer para aliviar los síntomas?
Ante síntomas persistentes, la automedicación no siempre es la solución más adecuada. La doctora recomienda acudir al médico, especialmente si hay antecedentes de asma o se presenta dificultad para respirar, opresión en el pecho o tos prolongada. Además, si los tratamientos habituales como inhaladores pierden efectividad, es fundamental realizar una evaluación profesional para evitar complicaciones mayores.
El tratamiento también difiere. Mientras que un resfrío puede aliviarse con analgésicos, líquidos y descanso, las alergias requieren evitar alérgenos, uso de antihistamínicos y, en algunos casos, corticoides nasales. Mantener los espacios ventilados y libres de polvo también ayuda a controlar la rinitis alérgica. La Sociedad Chilena de Alergia e Inmunología ha alertado que las alergias de invierno han aumentado, en parte, por el encierro, la humedad y la mala ventilación en los hogares.
Según datos del Ministerio de Salud, entre mayo y julio de 2023 y 2024 los cuadros respiratorios crecieron en un 30%, con mayor incidencia en niños y adultos mayores. Dado este contexto, distinguir entre alergia y resfrío es más importante que nunca. “No subestimemos los síntomas. Si hay dudas, lo mejor siempre será consultar a un profesional”, concluyó la doctora Galarce.