Estilo de Vida

¿“Ozempic chileno”?: Desarrollan innovador fármaco nacional para la pérdida de peso

El medicamento busca la aprobación de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos para iniciar ensayos clínicos.

Dietas milagro provocan más daños a la salud que beneficios

Septiembre es sinónimo de Fiestas Patrias, que se traduce en el consumo de alcohol, carne y masas. Pero entre asado y asado, suele haber un invitado no tan deseado: el aumento de peso.

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Las cifras sobre la obesidad son alarmantes: para 2030 el 50% de la población mundial sufrirá sobrepeso u obesidad, según el Atlas de la Obesidad Mundial.

Ante este fenómeno, medicamentos como el Ozempic han liderado el mercado, el cual se ha comenzado a expandir presentando nuevas alternativas. Una de ellas es el fármaco desarrollado por Thani Biotechnologies, emprendimiento al alero de la Universidad Católica, el cual es el primero en ser diseñado y creado en Chile. Este busca tratar la condición de obesidad al disminuir el tejido adiposo sin afectar la masa muscular.

El fármaco ya recibió la concesión de una patente de invención en Estados Unidos, lo que alienta en el mediano plazo la potencial transferencia de esta tecnología. Actualmente, se encuentran realizando estudios en India, los cuales permitirán completar la data requerida por la Food and Drug Administration (FDA) para iniciar estudios en humanos.

En su fase inicial, el proyecto fue financiado por programas Fondef y Fondecyt, y luego por el Biomedical Research Consortium de Chile (BMRC), formado por la UC y el laboratorio farmacéutico estadounidense Abbott.

En 2008 inició la investigación, liderada por el doctor Carlos Fardella, académico de la Escuela de Medicina UC, en conjunto con el doctor Cristian Carvajal, bioquímico y profesor asociado de Medicina UC, y el doctor Pablo González, químico farmacéutico.

¿Cómo funciona el medicamento nacional?

El compuesto aborda de manera efectiva la grasa visceral y los niveles de glicemia al inhibir la producción de cortisol en el tejido adiposo sin afectar el cortisol sistémico, el cual es fundamental para la vida.

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“El fármaco está destinado a inhibir una enzima denominada 11 Beta Hidroxiesteroide deshidrogenasa tipo 1 (11β-HSD1), que convierte la cortisona inactiva en cortisol. El aumento del cortisol a nivel abdominal incrementa la grasa visceral y, por ende, el peso corporal. Además, puede generar diabetes e hipertensión arterial. Nuestro fármaco, al inhibir esta enzima, impide que se produzcan estos efectos, con lo cual existe una disminución de peso corporal, grasa visceral y mejoría en los niveles de glicemia y presión arterial”, explicó el doctor Carlos Fardella.

Estudios preclínicos en modelos animales han demostrado que disminuye un 20% el peso corporal y los niveles de glicemia, un 40% la grasa visceral y un 34% la grasa subcutánea. Todo sin reducir la masa muscular.

El académico además comentó que hay mucho interés en este compuesto, ya que la inhibición de esta enzima en el cerebro podría mejorar, además, trastornos cognitivos como el Alzheimer.

¿Cuál es la diferencia con el Ozempic?

El Ozempic es un medicamento que contiene como principal activo la semaglutida, la cual, a diferencia de los inhibidores 11β-HSD1, genera una pérdida de apetito y un vaciamiento gástrico más lento, lo que provoca una baja de peso, además de masa muscular, según explicó el doctor Mauricio García, académico de la Facultad de Química y de Farmacia UC e investigador del proyecto.

“El problema es que, si perdemos el apetito, puede provocar que no nos estemos nutriendo bien, lo que va de la mano con la pérdida de masa muscular. El fármaco que estamos desarrollando, además de ser selectivo, no está acotado solamente al tema de la obesidad: también se ha demostrado que reduce los niveles de azúcar en un 20%, por lo que lo estamos postulando como una eventual solución al síndrome metabólico, que dentro de sus afecciones incluye la obesidad”, comentó el académico.

Además, el doctor García agregó que la semaglutida es una molécula muy compleja, lo que genera una serie de desventajas, como la necesidad de ser administrada por vía subcutánea.

El fármaco chileno, a diferencia del conocido Ozempic, podría administrarse por vía oral en dosis más espaciadas y tendría un menor costo de fabricación.

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