La obra El sueño (La cama), un autorretrato de 1940 donde la artista aparece dormida bajo un dosel mientras un esqueleto yace encima de su cama — rodeado de símbolos de muerte y flores — se vendió en la casa de subastas Sotheby’s en Nueva York por $54.7 millones de dólares.
Con esta cifra, la pintura establece un nuevo récord absoluto: es la obra más cara jamás vendida en subasta realizada por una mujer artista, superando los US$ 44.4 millones de Georgia O’Keeffe en 2014.

REVALORIZANDO LA OBRA DE UNA ÍCONO
La venta no solo rompe récords de mercado, sino que revalida la importancia artística y cultural de Frida Kahlo.
El sueño (La cama) pertenece al reducido grupo de sus obras que habían permanecido en manos privadas fuera de México; muchas de sus piezas están protegidas por leyes de patrimonio en su país.
Más allá de su valor monetario, la subasta reivindica temas recurrentes en su obra — el sufrimiento físico, la vulnerabilidad, la muerte y el cuerpo — transformándolos en símbolos universales de resistencia, identidad y autenticidad artística.
UN NUEVO REFERENTE
El récord alcanzado por El sueño (La cama) también envía una fuerte señal a coleccionistas y casas de subastas: el valor de las artistas mujeres continúa en ascenso y su reconocimiento histórico sigue corrigiéndose.
Expertos señalan que esta venta podría impulsar una reevaluación del mercado del arte, abriendo paso a mayores inversiones en obras de creadoras que durante décadas fueron subestimadas o marginadas dentro del canon artístico.
‘El sueño (La cama)’ surge de un momento crucial en la vida de Kahlo, marcado por complicaciones de salud de una enfermedad anterior y un accidente, así como la turbulencia de su divorcio y su posterior nuevo matrimonio con el artista Diego Rivera en 1940.

