Poco más de una hora tardó su vuelo hasta la árida Copiapó, capital de Atacama, para participar en un evento de talla mundial. Su nombre es Andrés Sebastián, de 14 años, pero el fin de semana fue “Andreini”, su seudónimo de mago.
Él es por estos días una de las promesas de la magia chilena, cuya escena se dio cita en el desértico entorno, a propósito de la octava versión del Festival Internacional Atacamágica, siendo así parte de un espectáculo que reunió a estrellas del ilusionismo mundial.
“Esto es importante porque se hacen pocos festivales en Chile y me siento privilegiado por ver a magos de distintos países”, comentó Andrés a Publimetro, contando que participa por tercera vez del certamen. Él estudia en la escuela de Ricardo Rodríguez y ya ostenta el haber ganado un concurso latinoamericano en su categoría.
Este joven santiaguino llegó a la magia gracias a unos talleres de verano, y asegura que este arte no se logra de un día para otro: “Me fui descubriendo de a poco, a medida que iba aprendiendo veía que podía hacer más cosas”.
Pero “Andreini” piensa en grande: “Mi sueño es competir en el mundial, que espero sea pronto (sonríe)”. Lo mismo opina su profesor, Ricardo Rodríguez, para quien este muchacho “tiene mucha proyección, porque le gusta mucho lo que hace”.
La magia llegó incluso al hospital
La cita incluyó conferencias, competencias y galas. Destacó el show del artista estadounidense Avner “The Eccentric”, maestro del estilo clown (payaso); el del francés David Stone, uno de los mejores magos de cerca, y el del mago-clown peruano Bruno Tarnecci.
Pero Atacamágica mostró su lado más humano cuando el mago cómico argentino Rey Ben llevó su arte al pabellón de niños enfermos (algunos terminales) del Hospital San José del Carmen. “Es un placer inmenso estar acá porque recibimos un trato muy afectivo…”, comentó él emocionado.
Emoción vivida también por el personal médico del recinto, agradecido por el momento de alegría regalado a estos pacientes. Porque a pesar de sufrir a tan temprana edad, ellos creen en la magia, nos ayudan a creer en la ilusión y nos permiten ser niños de nuevo.
