Rector Duoc UC: “Estoy preocupado por lo que le estamos haciendo a la educación"

Desde la perspectiva de Paredes, el último anuncio del gobierno -que excluye a los CFT e IP de la gratuidad- podría dañar a corto plazo el estado de la educación técnico profesional en el país.

Previo al fallo del TC y falta de recursos por parte del estado, el Duoc UC se posicionaba como uno de los establecimientos técnico profesionales que cumplía los requisitos para acceder a la gratuidad. 

Pero sus siete años de acreditación no fueron suficientes, pues el cambio a la glosa presupuestaria recientemente propuesto por el ejecutivo, excluyó a los CFT e IP de esta iniciativa, en pro de poder financiar a las universidades privadas.  A cambio, estas siete entidades excluidas -entre las cuales se encuentra el Duoc UC- tendrían garantizado un incremento en el monto de las becas “Nuevo Milenio”, permitiéndole a sus beneficiados, recibir un monto un 50% más alto que lo asignado el 2015.

Ricardo Paredes es rector de Duoc UC, uno de los principales establecimientos afectados con esta decisión, y responde en Publimetro por qué el panorama “solo les genera una gran preocupación”.

– ¿Cómo ve el panorama de la educación técnico profesional luego de conocer la solución que plantea el Gobierno?

– A mi juicio, aquí se están cometiendo varios errores. El mayor, es que se está dejando a los alumnos más vulnerables sin ayuda y pagando un porcentaje de su arancel, solo por el hecho de elegir un CFT o IP con más años de acreditación. Mientras, otro alumno quizás menos vulnerable podrá ir gratis a una universidad, aunque tenga menos años de acreditación. Eso me parece una discriminación grave al sector técnico-profesional y un error que podría costar bastante caro.

– ¿Por qué costaría tan caro?

– Porque le estamos haciendo un daño muy grande al sistema de acreditaciones y los avances que hemos hecho en materia de calidad. El mensaje que se está enviando es que los estudiantes que elijan un centro técnico profesional sin acreditación o con poca acreditación, podrán pagar su educación pues sus aranceles están dentro del rango que cubre la beca. Pero los que elijan uno con más años, tendrán que pagar una parte solo por privilegiar la calidad. ¿Qué sucederá entonces? En cinco años más estaremos alegando por el gran número de matrículas en los CFT sin acreditación y todos llorarán sobre la leche derramada.

– ¿Cree que este escenario también podría provocar la migración de los estudiantes que elijan carreras técnicas profesionales a las universidades?

– Totalmente. Un estudiante vulnerable podrá elegir entre: un CFT que dicta una carrera técnica en donde debe pagar o en una universidad que también la dicta o que le ofrece una carrera sobre saturada y con pocos años de acreditación, pero que se la entrega gratis. Obviamente que por materia de costos elegirá la segunda. Esto nos va a doler como país a largo plazo, porque no es producto del mercado, ni de la regulación, es producto de una decisión consciente por parte de legisladores y un Gobierno que alega mucho contra eso.

– ¿Cree que existe una discriminación contra los CFT e IP?

– Por supuesto. La mayoría de los alumnos que toman la opción técnica profesional son de un sector vulnerable, trabajan, son padres de familia, son menos de estar en la calle y no van a marchar. Aquí se están aprovechando del más débil, porque estos estudiantes no se van a manifestar con los universitarios y los que pelearon por el cambio de la glosa presupuestaria, no van a hacer nada por la causa técnica. Todo, porque es menos llamativa.

¿Cómo institución sintieron desilusión al quedar fuera de la gratuidad?

– Más que una desilusión, yo siento una franca preocupación por lo que estamos haciendo como país con la educación técnico profesional. Sí, ha habido una sensación de un trabajo y una preparación muy intensa tirada a la basura. También ciertas confianzas que se habían desarrollado con el ministerio, de la cuales no recibimos ninguna explicación. Pero eso a mí no me preocupa. Lo que sí me preocupa es qué estamos haciendo con este grupo tan grande (50% de los alumnos de la educación superior), cómo los estamos tratando y las semillas que estamos plantando a futuro. Para mí, estamos dejando al mundo técnico profesional en una categoría de segundo nivel que no calza con el discurso público y además, estaríamos insinuando que como país debemos botar a la basura el sistema de acreditación técnico profesional.

– ¿Cree que se están tomando decisiones apresuradas?

– Sí. Hoy lo más desgastante es sentir que se está abusando de la confianza de los alumnos. Las falsas promesas dejan una sensación de abuso que no le hace bien a la sociedad. Además, hoy existe mucha gente que se ha entusiasmado con la gratuidad, pero que están pensando poco. Están pensando, creo yo, en poner el pie en la puerta.  Dicen, “esta puerta ya no se cerró, entonces ponemos el pie y diremos que esto se inició en el Gobierno tanto”. Pero esto es un grave error, porque si esto se inicia y se inicia tal cual como está, mejor no lo hagamos. 

PB/MC

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