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Julio Guzmán, la sorpresa de las encuestas presidenciales peruanas

El candidato de Todos por el Perú (humanista) se coloca segundo (10,4%) en intención de voto tras Keiko Fujimori, la gran favorita. César Acuña (10%) y Pedro Pablo Kuczunski (9,5%) le siguen de cerca, sin mostrar grandes variaciones.

  1. ¿Quién es César Acuña, el candidato a la presidencia del Perú acusado de plagiar su tesis de doctorado?

La última encuesta GfK urbano/rural de los candidatos a la presidencia de Perú arrojó como gran sorpresa el aumento de preferencias por Julio Guzmán, de Todos por el Perú. Guzmán pasó de tener un 2% de preferencias a 10,5% en menos de un mes, ubicándose como segundo favorito.

Guzmán, de 45 años, es el presidente actual de su partido y fue, entre 2012 y 2013, secretario general de la Presidencia del Consejo de Ministros del Perú. Hasta las últimas encuestas del mes pasado, era un completo desconocido; aún hoy, según el diario La República, un 41% de los peruanos no sabe quién es.

En sus primeras declaraciones tras divulgarse la encuesta, Guzmán manifestó su emoción por los resultados y señaló al canal Latina que «los peruanos están buscando el cambio, están buscando algo nuevo», aunque reconoció que en realidad no es un segundo lugar sino triple empate.

Guzmán, quien fue viceministro en el Ministerio de Producción del actual Gobierno de Ollanta Humala, dijo que a partir de ahora vendrán más ataques contra su candidatura porque «estamos contra el statu quo, que realmente sí queremos luchar contra la corrupción».

Por otra parte, la candidata del fujimorista Fuerza Popular, Keiko Fujimori, se mantuvo como líder exclusiva de la intención de voto, con un 32,6%. Lejos, le siguen Guzmán y el cuestionado César Acuña (10%). Cabe destacar que esta encuesta se realizó antes de que Acuña fuese acusado de plagiar su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid.

En entrevista con Publimetro Perú, Guzmán aseguró representar «el futuro, el tránsito a la modernidad». Pretende llevar a cabo una reforma educativa a gran escala, otorgando ayudas a los créditos de los peruanos que quieran estudiar en la universidad. «La diferencia (con Chile) está en los detalles del programa. Pasó en Chile porque varias de las entidades financieras que daban créditos tenían participación de propiedad en universidades. Estaban amarradas. Eso es lo que hay que evitar», dice Guzmán.

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