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El minutero del reloj del Congreso estaba apuntando al número nueve. El otro, el de la hora, apuntaba a un punto intermedio entre las diez y las once. Eran las 10:45 y en la sala de votación de la Cámara de Baja había 34 parlamentarios de 120 que representan al pueblo. Esto colmó la paciencia del presidente de los diputados, Marco Antonio Núñez (PPD) y decretó, con rabia, la suspensión de la sesión por falta de quórum. Faltaron cuatro para obtener el mínimo necesario para votar.
“No hay ninguna justificación para lo que vivimos esta jornada. Hay un deber de cada diputado de estar a la hora y es justo que tomemos medidas reglamentarias”, anunció Núñez una vez que decretó abortar la votación.
“He decidido citar a una sesión extraordinaria de dos horas (entre 20:30 y 22:30) para despachar el proyecto más importante que estaba en la tabla de hoy, que es la ley que sanciona la pérdida del escaño para quienes incumplan la ley electoral usando recursos indebidos”, dijo medio enojado Núñez, explicando el proyecto que se votaba en la jornada de este jueves.
“Debo solicitar las explicaciones del caso, aquí hay una reglamentación que se va a aplicar sin contemplaciones para aquellos que estaban ausentes en la sesión”, agregó el parlamentario, precisando que la sanción pecuaria corresponde a $95 mil que se descontarán del sueldo de los diputados.
“No queremos que existan además, justificaciones alejadas de la realidad”, dijo Marco Antonio Núñez respecto a la posibilidad de presentar justificativos médicos, aunque se abrió a analizar caso a caso la explicación de la ausencia.
PUB/JLM