Una mujer demandó al hospital de Alabama en el que nació su bebé, alegando que la clínica no reveló que su sistema de computadoras quedó comprometido por un ciberataque, lo que supuestamente trajo problemas de atención que resultaron en la muerte de la niña.
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El Springhill Medical Center estaba en medio de un ataque con ransomware cuando Nicko Silar nació el 17 de julio de 2019 y la falla resultante de equipo electrónico significó que el médico no pudiera monitorear adecuadamente la condición de la bebé durante el parto, de acuerdo con la demanda por la madre de la bebé, Teiranni Kidd.
La bebé sufrió daños cerebrales graves y otros problemas y murió el año pasado luego de meses en cuidados intensivos en otro hospital.
La demanda, presentada inicialmente en 2019 en el condado de Mobile cuando Nicko seguía viva, fue reportada inicialmente el jueves por The Wall Street Journal.
La demanda por negligencia profesional, que pide una compensación monetaria no especificada de parte del hospital y la doctora que supervisó el parto, Ketalyn Braswell Parnell, argumenta que Springhill no reveló públicamente la gravedad del hackeo ni a Kidd.
La mujer dijo que “habría acudido a otro hospital, más seguro, para el parto” si hubiera sabido lo que estaba sucediendo, según la demanda.
Springhill ha negado haber cometido violaciones de seguridad y le pidió al juez que desestime la parte más seria de la demanda, que afirma que sus funcionarios conspiraron para crear públicamente una “narrativa falsa, engañosa” sobre el ciberataque, en un plan que hizo inseguro el nacimiento de la bebé.
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El hospital dice que la responsabilidad era de Parnell, quien “estaba plenamente consciente de la inaccesibilidad de los sistemas pertinentes, incluso aquellos en la unidad de embarazo y parto, y no obstante determinó que (Kidd) podía dar a luz en Springhill”.
Bajo la ley en Alabama, el hospital no tenía responsabilidad legal de proveer a Kidd detalles del ciberataque, dijo el hospital.
Parnell y su grupo médico, Bay Area Physicians for Women, negó haber hecho algo que dañara a Nicko o causar las lesiones y muerte de la niña.
Springhill dijo a conocer una declaración sobre el ataque el día antes del nacimiento de la bebé, en la que dijo que el personal “ha continuado cuidando de forma segura de nuestros pacientes y continuará dando la alta calidad de servicio que nuestros pacientes merecen y esperan”, reportó entonces WKRG-TV.