El Tribunal Oral en lo Penal de Iquique condenó a un pena de 12 años de cárcel a un ciudadano de nacionalidad boliviana imputado como responsable del homicidio de su jefe en 2018, a quien golpeó y posteriormente le desfiguró el rostro con un cuchillo para dejarle el rostro como el Joker.
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El crimen cometido por Josué Pérez González lo realizó el 16 de junio de 2018 en el poblado de Huarasiña, comuna de Huara, al interior del domicilio de su jefe, quien lo mantenía contratado como peoneta.
El tribunal dio por acreditado que, más allá de toda duda razonable, en la investigación que pudo realizar la Fiscalía en conjunto con funcionarios de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI), peritos del Laboratorio de Criminalística (Labocar) de la misma institución policial, profesionales del Servicio Médico Legal y efectivos de Carabineros, se dieron como efectivos los hechos que terminaron en la condena de Pérez.
Los hechos que desencadenaron el crimen
Estos se dieron en el contexto de un asado con alto consumo de bebidas alcohólicas, organizado por el jefe de Pérez, Yerko Daniel Sánchez Chau, donde este último -en relato de testigos que trabajaron en la investigación del caso- intentó besar al agresor cuando el se retiró a una de las habitaciones.
Fue tras ese hecho que Pérez, al entender que su jefe trataba de besarlo, le dio unos golpes en el rostro y fue hasta el patio de la casa a buscar un bloque de cemento, con el que golpeó en reiteradas ocasiones a la víctima en su cabeza, provocándole “la muerte por trauma craneoencefálico cerrado complicado, lesión necesariamente mortal y con patrón homicida, y a continuación, empleando un elemento cortante hizo dos heridas cortantes comisurales, una a la derecha y otra a la izquierda de la boca de la víctima, de 4,5 y 3,5 centímetros de largo, respectivamente, y realizó en su abdomen una herida cortante transmural de 60 centímetros de ancho, horizontal y oblicua, causando la evisceración intestinal del fallecido”.
Luego de cometer el delito y tras dejarle la marca en la cara a la víctima como el personaje del cómic de Batman, fue que Pérez se retiró del lugar, no sin antes sustraerle el reloj, dos teléfonos celulares y los zapatos a Sánchez Chau, a quien además le robó el vehículo.
Como el agresor no sabía conducir, impactó en reiteradas oportunidades la camioneta hasta llegar a la ruta A-565, donde por un desperfecto quedó detenido hasta que funcionarios de Carabineros lo encontró durmiendo en evidente estado de ebriedad, con “una alcoholemia que arrojó 1,09 gramos de alcohol por mil de sangre”.
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Luego de ser presentados los antecedentes, el tribunal resolvió acoger la agravante planteada por la Fiscalía de agregar ignominia al homicidio al realizar el acusado en el rostro de la víctima un corte dándole el aspecto de la sonrisa del Joker, así como el profundo corte abdominal, lo que los jueces estimaron como excesiva, denigrante y afrentosa al honor de cualquier persona.
Junto a la condena de presidio de 12 años, el tribunal le sumó las penas de 61 días por hurto, otros 61 días por conducir en estado de ebriedad y las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena.