En el inicio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima COP26, que se realiza en Glasgow, Escocia, Chile hizo entrega oficial de la presidencia de la instancia multilateral, cargo que ostentó por dos años y que ahora recaerá en el Reino Unido.
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En su discurso de entrega de la presidencia de la COP, la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, destacó que el país aceptó asumir “en momentos complejos a nombre de América Latina y El Caribe. Chile, con convicción, dio un paso al frente cuando otros retrocedían”.
La autoridad destacó que Chile puso todo su esfuerzo en dirigir el proceso “con transparencia, de manera inclusiva y ambiciosa, respetando que este es un proceso de las partes y entendiendo que el resultado final es responsabilidad del consenso de todos. Impulsamos la ambición, la integridad ambiental y la acción para la implementación del Acuerdo de París”.
Por ello, la ministra recordó la Alianza de Ambición Climática por la carbono neutralidad impulsada por Chile para sumar organizaciones de todo tipo en sus compromisos de ser carbono neutrales. Destacó los esfuerzos de los Champions de Chile y Reino Unido en las campañas Race to Zero y Race To Resilience que han sumado más de 7.000 instituciones comprometidas con un plan concreto, con metas y acciones específicas basadas en la ciencia.
Asimismo, recalcó que en el periodo de presidencia de Chile se relevó la adaptación al mismo nivel de la mitigación. Además, recordó que en la primera decisión de la COP25 se reconoció a la ciencia como no negociable, base de la toma de decisiones de esta transformación, y de manera inédita, fueron incorporados los océanos en el proceso de la COP.
“Valió la pena haber asumido la presidencia de la COP25″
Durante su intervención, la ministra Schmidt sostuvo que haber asumido el desafío de la presidencia de la COP25 “sí valió la pena”. “Permitió a Chile -en momentos muy complejos, de fuerte polarización política y social- generar un consenso transversal para construir reconociendo lo avanzado y fortalecer una acción climática ambiciosa como política de Estado que trascienda a los gobiernos de turno”, enfatizó.
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Destacó que en este periodo, por ejemplo, se aprobó en el Senado la Ley Marco de Cambio Climático que establece la meta de carbono neutralidad y resiliencia a más tardar el 2050, como lo pide la ciencia. En abril de 2020, en plenas crisis por el Covid-19, Chile presentó la actualización de la Contribución Nacionalmente Determina (NDC, por sus siglas en inglés), en línea con la carbono neutralidad y reconocida por su ambición.También se desarrolló el Atlas de Riesgo Climático a nivel comunal (ARCLIM), para todo el territorio nacional, instrumento clave para la adaptación.
Se Impulsó un proceso de descarbonización estableciendo el cierre inmediato de las primeras plantas a carbón apenas se asumió la presidencia el 2019 y el cierre al 2025 del 65% de todas las centrales a carbón en Chile.A lo que se suma la Estrategia Climática de Largo Plazo (ECLP), que fija límites de emisiones vinculantes para todos los sectores emisores la economía nacional, y “más de 400 medidas multisectoriales concretas en un camino claro para alcanzar la carbono neutralidad y resiliencia de nuestro país”.
La ministra Schmidt se declaró optimista sobre los acuerdos esenciales que se deben tomar en Glsgow. “El éxito no está en dividirnos, no está en buscar culpables ni en derrotar a otros, sino en sumar voluntades que nos permitan cumplir con nuestra palabra, y que nuestras acciones realmente reflejen nuestro discurso”, cerró.