Un grupo de trabajadoras de la Clínica Dávila demandó a un extrabajador del recinto asistencial, acusándolo de instalar una cámara en el baño, para grabarlas cuando hacían sus necesidades o se cambiaban de ropa.
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De acuerdo a la información entregada en el matinal “Mucho Gusto”, las mujeres aseguran que luego de que lo descubrieron, el sujeto renunció.
Según los antecedentes, esto ocurrió en el baño de enfermeras y TENS de la Unidad de Diálisis del centro asistencial, donde el sujeto dedicó varios minutos de su jornada a perfeccionar el ángulo de la cámara, que fue instalada junto a una planta y tapada con unas piedras decorativas.
Daniel Acuña, abogado de las víctimas, indicó que “es difícil cuantificar la magnitud de los afectados, porque esta cámara estaba puesta en un lugar de acceso público, así que difícilmente se puede establecer de momento cuánto es la cantidad total de afectados”.