Informes revelados esta jornada darían cuenta de que el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, de propiedad de la empresa AES Andes S.A., contrató servicios de “ciberinteligencia” para infiltrar grupos ambientalistas y monitorear a sus propios trabajadores. Todo entre, al menos, febrero y agosto de 2020.
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Así lo consigna Interferencia, medio que habría tenido acceso a los documentos filtrados por una fuente anónima y que asegura que la empresa energética contrató servicios a un tercero por $3 millones mensuales.
El material de inteligencia se habría preparado semana a semana, identificando “amenazas comunicacionales y operativas para el proyecto”, afirma el medio.
Pero no solo se trataría de reportes sobre lo que pasa en línea: a través de este servicio, Alto Maipo habría obtenido direcciones particulares, números telefónicos, el RUT y distinta información de contexto –como ocupación, pareja y antecedentes políticos– de ambientalistas y opositores al proyecto. Esta base de datos también incluiría información personal de Maite Birke, exconcejala (IND) de San José de Maipo.
De la misma manera, los informes comprenderían los nombres de trabajadores del propio proyecto hidroeléctrico que participaban de grupos en redes sociales opositores al proyecto, como Coordinadora No Alto Maipo, Red Metropolitana No Alto Maipo, y Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT).
Los anteriores recibirían la catalogación de “Potenciales Terroristas Internos”, o “PTI”, así también los trabajadores insatisfechos de Alto Maipo. Según los informes filtrados, solo cuatro trabajadores fueron expuestos ante la empresa por ser parte del grupo en redes sociales de la Coordinadora No Alto Maipo.
AES Andes S.A., compañía dueña del proyecto Alto Maipo y quien habría encargado los informes, indicó al medio que no se referirá al respecto.