Desde este lunes comenzará a regir en Austria la cuarentena para los no vacunados del país, los que se estima que alcanzan el 35% de la población, unos dos millones de personas.
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La medida busca ser un fuerte incentivo para que estas personas acudan a los centros asistenciales a vacunarse contra el covid-19 y así frenar la transmisión del virus y el colapso de los hospitales.
El confinamiento excluye a los menores de 12 años y tendrá una duración de 10 días, la cual no se descarta que se alargue según los resultados de la medida.
Los no vacunados podrán dejar sus casas solo por motivos esenciales, como ir a trabajar, atención médica, hacer compras, o pasear. Pero tienen vetado el acceso a cines, restaurantes, bares o salones de belleza, con una multa de 500 euros si la restricción es infringida.
Desde el gobierno austriaco se muestran preocupados por las “alarmantes” cifras de contagios que amenazan con una segunda ola, alcanzado los 4mil contagios en los no vacunados. De hecho, Austria tiene una de las tasas de vacunación más bajas del continente.