Con amplia mayoría, la Cámara de Diputados despachó al Senado un proyecto de ley que busca prohibir los experimentos en animales con fines cosméticos.
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Con 113 votos a favor, ninguno en contra y 2 abstenciones, la Sala validó el texto surgido de tres mociones que fueron refundidas hace tres meses en la Comisión de Salud.
La iniciativa busca establecer la ilegalidad del uso de animales para la realización de pruebas de seguridad y eficacia de productos cosméticos, de higiene y odorización personal.
Para quienes incumplan la norma, el documento propone multas que van de las 500 a 1.200 UTM, entre 26 y 63 millones de pesos aproximadamente, además de presidio menor en sus grados mínimo a medio.
También se sancionará a quienes realicen las pruebas en los ingredientes y formulaciones de los productos mencionados, además de prohibir su comercialización, importación e introducción en el mercado. La ley entraría en vigencia 12 meses después de una eventual publicación en el Diario Oficial.
El objetivo es que los fabricantes utilicen métodos alternativos de pruebas reconocidos por el Instituto de Salud Pública (ISP).
Vía Twitter, la diputada Camila Vallejo (PC) destacó: “Los animales son seres sintientes que debemos proteger, por eso me pone muy contenta la aprobación del proyecto que prohíbe el testeo de animales en productos cosméticos, de higiene y odorización. Especial gracias a las organizaciones animalistas que empujaron su tramitación. Pasa al Senado”.
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Mientras, su par José Miguel Castro (RN) consignó que la ley era “justa y necesaria porque la experimentación animal es una práctica cruel e innecesaria a la luz de los progresos de la ciencia. Ya no es necesario utilizar animales mucho menos por intereses económicos y de la industria de la estética”.
La propuesta cuenta con el respaldo de Animal-Free Safety Assessment Collaboration (ASFA), Humane Society International (HSI), ONG Te Protejo y No Más Vivisección.
La directora de HSI Chile, Benavides Sánches, aseguró que “Chile está a pasos de convertirse en el próximo país en legislar y prohibir la experimentación en animales para cosméticos. Campañas como #SaveRalph han permitido a la ciudadanía, actores del ecosistema, empresas cosméticas y nuestros legisladores alzar voz por los animales, y avanzar en esta materia”.