Las lluvias e inundaciones en Bolivia no cesan y han dejado hasta el momento al menos trece personas fallecidas y más de mil familias damnificadas, según las cifras publicadas este domingo por la autoridades locales.
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La información fue entregada por el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, quien precisó que “tenemos el reporte de 13 personas fallecidas”.
El personero del Gobierno boliviano comentó que unos 55 municipios de siete de los nueve departamentos bolivianos sufren los efectos de las intensas lluvias, con caminos cortados, 8.148 familias afectadas y más de mil damnificadas, y daños en más de 400 viviendas, de las cuales “unas 80 ya están irrecuperables”.
La autoridad agregó que, en total, hay más de 3.000 hectáreas de cultivos “con una afectación de consideración” y otras mil hectáreas “con la pérdida total de la producción”, además de 5.000 cabezas de ganado afectadas.
La situación más “crítica” se vive en la región de Santa Cruz, la más poblada y motor económico del país, departamento que se estaría viendo afectado principalmente por las crecidas de los ríos Ichilo, Grande y Piraí que inundaron zonas pobladas y áreas de cultivos de granos y oleaginosas.
Al interior de este, cuatro comunidades en el municipio cruceño de San Julián quedaron incomunicadas, lugar al que acudirá en los próximos días un helicóptero para el rescate y evacuación de 32 personas atrapadas allí por las inundaciones.
Y el panorama no parece mejorar, con reportes metereológicos que aseguran que vendrán “días mucho más complejos”, pues el efecto de las crecidas de ríos se verá recién en unas semanas en las regiones que por ahora no están siendo afectadas, advirtió el viceministro.
