Una sesión a lo menos tensa se prevé para este martes en el Pleno de la Convención Constitucional, cuando deban definir quiénes asumirán la presidencia y vicepresidencia en reemplazo de Elisa Loncon y Jaime Bassa.
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Aunque varios candidatos ya han decidido dar un paso al costado, la disputa se mantiene en un punto álgido, ya que la dupla que se ha ido instalando como “favorita”, Ramona Reyes (PS) y Beatriz Sánchez (FA), aún suscita cuestionamientos.
Tomaron fuerza los reproches contra Reyes por los casos en que se vio envuelta cuando era alcaldesa de Paillaco, y sigue molestando que el Frente Amplio quiera mantenerse en la testera. Ante eso, en todo caso, siguieron las explicaciones.
La exedil lamentó que saquen a la palestra casos donde, afirma, no se le atribuyeron delitos e insistió en que no tiene “ningún problema legal”.
Y desde el Frente Amplio, Fernando Atria, recalcó que, para él, “no tiene ningún sentido” que se diga que quieren “concentrar el poder” o que habría conflicto si la Mesa la dirige alguien del mismo bloque de quien encabeza el Ejecutivo.
“La autonomía de la Convención se juega en otras cosas y estoy seguro de que todas las candidaturas que han sido levantadas, reafirman la autonomía de la Convención. Eso no está en riesgo”, subrayó Atria.
Pese a las explicaciones, el FA no logró convencer al PC, sus más directos aliados y compañeros en Apruebo Dignidad, ya que desde ahí Bárbara Sepúlveda optó por bajar su candidatura a la presidencia, pero en favor de Erick Chinga, representante de la Coordinadora Plurinacional y Popular.
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“Es una persona que tiene la vocación de transformación, además de ser una persona perteneciente al pueblo diaguita, es un obrero, fue dirigente sindical (...) tiene una trayectoria de lucha que le hace muy bien a esta Convención”, manifestó al explicar el respaldo Marcos Barraza (PC).
En línea, enfatizó que “no queremos que se instale ni una sola duda respecto de la autonomía de la Convención”.
Patricia Politzer, quien también se mantiene en carrera por la presidencia con el apoyo de Independientes No Neutrales, advirtió que aunque asomen otras preferencias, “las conversaciones siguen”.
“Siempre he dicho que mi nombre está disponible sólo si concita un gran apoyo. Lo importante no es el nombre de una u otra persona, sino que la nueva Mesa sea capaz de conducir este proceso”, manifestó, agregando que, a su juicio, aún no se ha consolidado una buena dupla.
De no imponerse como sucesora de Loncon, deslizó, no descarta disputar una de las vicepresidencias adjuntas.
Pero roces más, roces menos, la aún presidenta Loncon dijo que quienes lleguen al cargo necesariamente deben ser dialogantes y saber escuchar. “Este país requiere una política con ternura y es lo que nosotros hemos instalado en la primera etapa”, apuntó.
Asimismo, explicó que su salida y la de Jaime Bassa, “responde a un acto democrático, tal vez el más generoso que puede existir en este proceso”.
“Hicimos un trabajo bastante reconocido y podíamos seguir, sin embargo, nos instalamos con la palabra de que si nosotros fuéramos las personas electas en la primera etapa íbamos a ampliar la mesa a todos los sectores políticos e íbamos a rotar los cargos”, detalló.