En noviembre del año pasado Leonel Contreras, quien era colega de la subinspectora Valeria Vivanco, fue formalizado por el disparo que terminó con la vida de la joven de 25 años, en medio de un operativo policial.
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Contreras, se encuentra recluido en el cuartel Independencia de la PDI, por ser un peligro para la seguridad de la sociedad, según dijo la jueza Mariela Hernández.
Chilevisión emitió un reportaje, en el que se establece que ahora la defensa del detective, acusa que quien efectuó el disparo es el efectivo que ese día fatídico de junio, conducía el vehículo en el que se transportaba Vivanco.
Según los análisis, la bala que mató a Valeria salió del arma de Contreras, ya que sus dos manos tenían la triada química de plomo, bario y antimonio, pruebas científicas de que efectuó un proceso de disparo. No obstante, él manifiesta lo contrario.
Felipe Gallardo, quien conducía el vehículo en el cual perseguían a los sospechosos, ahora es sindicado como el responsable del disparo, de acuerdo a la defensa de Contreras. Sin embargo, él según declaró, se da la vuelta, regresa y escucha el disparo, pero según el hermano de Valeria, su testimonio no concuerda con las grabaciones.
Según declaró el padre de Valeria, Gallardo llegó al hospital y se lavó las manos borrando cualquier tipo de evidencia. “Eso no es profesional”, sostuvo.
Los cabos sueltos de un caso con vuelco institucional
Valeria Vivanco fue asesinada el pasado 13 de junio, cuando junto a otros tres compañeros de la BH, investigaban un homicidio cometido el día anterior.
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Ese día, se realizaba la elección de gobernadores, y todos los medios dispuestos a cubrir este tema, de pronto, se informa que una detective murió producto de un disparo que le propinó un grupo de delincuentes, que estaban vinculados con el homicidio que indagaba la BH.
Días después, dos jóvenes, de 17 y 19 años, se entregaron, argumentando que creían que habían atropellado a la joven.
Fueron formalizados, pero luego de días detenidos quedaron en libertad, ya que se determinó que el disparo que le provocó la muerte lo habría percutido un miembro de su propio equipo y no los dos imputados en el caso.
