Esta semana, las autoridades chinas endurecerán las medidas sanitarias de entrada a Beijing, esto tras detectar el primer caso local de la variante Ómicron del Covid-19 a poco más de dos semanas de que comiencen los Juegos Olímpicos de Invierno en la capital de China.
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Quienes entren a la ciudad desde otros puntos del país deberán someterse a un test 72 horas luego de su llegada, además de tener que presentar un PCR negativo con vigencia máxima de dos días antes del viaje.
La normativa comenzará a regir desde el próximo 22 de enero hasta finales de marzo.
En tanto al primer contagio de Ómicron, las autoridades chinas inmediatamente aplicaron su política de “tolerancia cero” ante las infecciones, por lo que desplegó operativos en dos puntos: en la zona residencial donde vive, establecieron un cordón sanitario, el cual ni ella ni sus vecinos podrán dejar el sector delimitado.
Pero la situación más tensa se vivió en su lugar de trabajo, donde el edificio fue clausurado aún con trabajadores adentro. El personal sanitario desplegó tiendas de campaña para realizar los testeos masivos y repartieron almohadas y sábanas para las personas que quedaron atrapadas.
Según la información de las autoridades, la persona que se contagió con la nueva variante no ha registrado contactos con otros casos confirmados y no había dejado la ciudad en los últimos 14 días, lo que habría apuntado a una transmisión comunitaria.
Es por esto que se testeó a más de 15 mil personas que estuvieron vinculadas a los lugares en los que estuvo la contagiada en las últimas dos semanas, pero hasta ahora no se han detectado otros casos positivos.
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Entonces, las autoridades estarían apuntando a otra forma de contagio y que estaría relacionada con un país con el que las relaciones están tensas: Beijing no descarta la posibilidad que la mujer se haya infectado por una carta que recibió desde Canadá. Esto pese a que los estudios señalan que el virus no sobrevive tanto tiempo en superficies.
Anteriormente, China ya había señalado a los productos congelados como posible fuente de contagios que incluso, sostuvieron, podría explicar un origen externo del primer brote en Wuhan.