Personal de la Policía de Investigaciones (PDI) de Rancagua se encuentra realizando diversas labores investigativas a raíz de un curioso caso: una mujer llegó a un centro asistencial de la ciudad tras recibir una bala en su cabeza, sin percatarse de aquello.
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Puntualmente, efectivos de la PDI acudieron al Hospital Fusat de Rancagua, en el cual se encontraba esta paciente que tenía alojada una bala de 9 milímetros entre el músculo parietal y el cuero cabelludo.
Afortunadamente, este proyectil no causó mayores daños en la zona afectada.
En palabras de la propia víctima, había salido de la casa hacia el patio de la misma cuando sintió que algo le golpeó la cabeza. Sin prestarle mucha atención al hecho retornó al inmueble, lugar en el que su marido se percató de que estaba sangrando.
Al momento de revisar el domicilio, personal uniformado notó que el proyectil había causado un orificio en la techumbre, algo que habría incidido en el poco daño sufrido en la zona del cráneo a la hora del impacto.
Por lo demás, se baraja la teoría de que se trataría de una bala perdida.