En sus primeras declaraciones tras hacerse efectiva su renuncia al Ministerio de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand reconoció que su ausencia en el país en medio de la crisis migratoria generó “una serie de críticas” al Gobierno de Sebastián Piñera. Además, dijo que con esta determinación pone fin a su vida política en Chile.
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“Hace unos días anticipé oportunamente que, en el periodo de mi feriado legal en el marco de coordinación habitual de las autoridades de Gobierno, viajaría a España, país sede de la organización que debo encabezar próximamente, con el objeto de sostener una serie de reuniones preparatorias para el ejercicio del cargo que deberé asumir próximamente”, declaró Allamand desde el Palacio de La Moneda, en relación a su nuevo cargo como secretario general de la SEGIB.
“En mi reemplazo, se designó como subrogante al Subsecretario de Relaciones Exteriores, Rodrigo Yáñez, y puedo señalar que durante toda la semana pasada tuve permanente contacto con las autoridades del ministerio en estas materias, una de cuyas gestiones más significativas fue precisamente el importante encuentro que hubo el viernes pasado entre autoridades del Gobierno chileno y boliviano”, continuó.
El ahora exministro sostuvo que su ausencia en el país “ha originado una serie de críticas que afectan al Gobierno del que formo parte y, de paso, pretenden desacreditar el trabajo de la cancillería”.
“Asimismo, tales críticas no sólo han distorsionado las actividades que he realizado en el extranjero, sino que han contribuido a tensionar inconvenientemente el clima político, en circunstancias que la serenidad del mismo es lo que más favorece el traspaso del poder entre el actual Gobierno y el Gobierno electo”, añadió.
Por último, Allamand explicó que su renuncia a la Cancillería “marca el cierre definitivo de mi larga vida en la política nacional”. Por ello, agradeció “el cariño de miles de compatriotas que confiaron en mí con su respaldo en las distintas responsabilidades que me ha correspondido asumir”.