La tarde de ayer la Comisión de Derechos Fundamentales de la Convención comenzó a votar en general una serie de propuestas y, entre ellas, aprobó la iniciativa popular de norma que consagra el aborto como un derecho.
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La fórmula contempla el derecho a un aborto libre sin interferencia de terceros, instituciones o agentes del Estado, lo que contó con el respaldo de 24 representantes, mientras que 8 votaron en contra y un se abstuvo.
“Las mujeres llegamos a este espacio a hacer justicia por todas las que estamos y las que ya no están”, destacó Janis Meneses, coordinadora de la mencionada instancia, al comentar la determinación.
Pero esta no fue la única iniciativa que avanzó en su revisión, pues entre otros asuntos, se aprobó que los pueblos y naciones indígenas, “en el ejercicio de su libre determinación, tienen derecho a manifestar sus prácticas espirituales y religiosas de acuerdo a sus creencias y cosmovisión; a mantener y proteger sus lugares sagrados y aquellos con relevancia cultural y espiritual cuyo acceso debe ser libre y expedito; a utilizar, rescatar y preservar sus objetos de culto o que tengan algún significado sagrado”.
Asimismo, aprobaron que el Estado de Chile “es laico y no confesional, y se rige por el principio de neutralidad religiosa, por lo tanto reconoce la espiritualidad como elemento esencial del ser humano, e incentiva la convivencia pacífica y la colaboración para el bien común con todas las entidades religiosas y grupos de orden espiritual, con su diversidad étnica y de cosmovisiones”.
De igual forma, visaron la iniciativa que establece que “toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección”.
Por otro lado, se rechazó aquella iniciativa que buscaba reconocer “el derecho preferente de los padres o tutores, en su caso, para transmitir su religión y creencias religiosas a sus hijos o pupilos y a elegir la educación religiosa que esté de acuerdo con su propia religión o creencias religiosas”.