Hace ya catorce años que el excampeón mundial de ajedrez Anatoli Kárpov ejerce como diputado de la Duma en Moscú por el partido Rusia Unida, luego de toda una vida convertido en monarca del ajedrez que ostentó durante 16 temporadas la corona de campeón mundial. La política lo transformó en rostro del gobierno de Vladimir Putin y hoy el antiguo genio del tablero recorre Europa promoviendo el desarrollo del deporte ciencia en los escolares, incluso con academias propias en 42 países, en lugares tan dispares como Estados Unidos, Turquía, Francia, Egipto, Iraq, Siria, Indonesia o Rumanía.
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España, por ejemplo, lo recibió con los brazos abiertos para inaugurar la Kárpov Chess School en Platja d’Aro, donde cientos de niños catalanes se tomaron selfies con este ídolo del ajedrez que sembró la admiración entre los 70 y 90 cuando su país se dividía entre Kárpov y Kaspárov. En su carrera enfrentó a Fischer, Korchnoi, Kaspárov, Spassky, Timman y Anand y a la distancia hoy considera que “en términos de posición soy el mejor de la historia, no en términos tácticos, pero sí en el caso del posicionamiento en el tablero… Kaspárov fue el primero que utilizó los ordenadores para prepararse. Él tiene muy buena memoria y estaba muy bien preparado a la hora de empezar las partidas, era la ventaja que tenía y la perdió cuando todos empezaron a usar los ordenadores”, expresa.
Ajedrez contra los celulares y el computador
Kárpov logra simplificar un profundo análisis de carácter histórico: “El ajedrez es parte de la cultura y sociedad rusa. Lo jugaban los grandes escritores, como Tolstoi, Dostoievski, Pushkin... Siempre formó parte de la alta sociedad. La descomposición de la Unión Soviética provocó un éxodo de científicos, perdimos parte de nuestra alta cultura y para contrarrestarlo el país activó programas educativos. Por ello el ajedrez ha sido una herramienta clave en esa reconstrucción”, expresa.
Sobre su importancia para los escolares, sostiene que el ajedrez da sentido de la estrategia, lógica y concentración, “algo muy complicado ahora que los jóvenes son víctimas de los móviles y computadores. El ajedrez les forma en el conocimiento general, todo eso que les roba Internet”, precisa. En rigor, del gran maestro que atrajo la admiración mundial hoy sobrevive el político de 70 años que evangeliza en un deporte de profunda estirpe rusa…