La invasión de Rusia a Ucrania, que se inició el 24 de febrero, ha dejado miles de muertos y ha forzado a más de 3,5 millones de personas, en su mayoría mujeres y niños, a huir de sus hogares, desatando una crisis humanitaria de grandes dimensiones en Europa. Decenas de países han condenado la situación imponiendo sanciones económicas a Rusia y empresas como Starbucks y McDonald’s también han mostrado su descontento mediante el cese de operaciones en ese territorio europeo.
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México tardó en mostrar una postura clara que rechazara la invasión y tras el inicio de la guerra la embajadora de Ucrania en este país solicitó al gobierno definir su posicionamiento. Poco después México, que preside el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, condenó la invasión, pero se ha negado a imponer sanciones al gobierno de Vladímir Putin y a las empresas rusas.
“Nosotros valoramos altamente la postura, la posición del gobierno de México ante la crisis ucraniana”, dijo Koronelli durante un encuentro con una veintena de diputados mexicanos en la instalación del denominado Grupo de Amigos México-Rusia, que se realizó en medio de la protesta de un puñado de congresistas opositores que se concentraron a las afueras del Congreso para rechazar el evento entre carteles que decían “no a la guerra”.
El diplomático aprovechó la reunión para agradecer al gobierno de Andrés Manuel López Obrador por no sumarse a las sanciones que han impuesto otros países a Rusia ni apoyar la iniciativa del envío de armas a Ucrania. Tras reconocer que México es uno de socios más antiguos e importantes de Rusia en Latinoamérica, y que el intercambio comercial entre los dos países alcanzó el año pasado 4.800 millones de dólares, Koronelli dijo que la crisis “no va afectar de ninguna manera la relación”.
El embajador agradeció la iniciativa de los congresistas en este momento, que aseguró que son “tiempos tan complicados”, y recordó una reciente declaración del canciller ruso Serguéi Lavrov, quien afirmó que China, India y México “no quieren estar sólo en la posición en la que el Tío Sam ordena a ellos algo, y ellos dicen ‘sí, señor’”.
En su discurso Koronelli denunció que Rusia es víctima de una “campaña mediática sin precedentes” y de “manifestación de discriminación y odio racial” en muchas partes del mundo, y que la cultura y el deporte ruso están sufriendo una “campaña de desprestigio”.
El gobierno de Putin impuso a inicios de mes una normativa que prevé castigar a cualquier persona rusa o extranjera con penas de hasta quince años de prisión por la difusión de “informaciones mentirosas” relativas a las fuerzas armadas rusas, decisión que fue considerada por organizaciones humanitarias como un golpe a la prensa independiente y que originó que algunas empresas periodísticas internacionales suspendieran temporalmente sus operaciones en Rusia. Las autoridades rusas prohibieron las redes sociales Facebook e Instagram por considerar que realizaban actividades “extremistas».
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Al defender la operación militar en Ucrania, el diplomático sostuvo que las fuerzas rusas buscan proteger a los habitantes de la región de Donbás de las agresiones ucranianas, algo que ha sido rechazado por Ucrania, organismos internacionales y los países que respaldan al presidente Volodymyr Zelenskyy.
Los comentarios del diplomático coinciden con la declaración que realizó el secretario de Estado, Antony Blinken, que acusó el miércoles a Rusia de haber cometido crímenes de guerra en Ucrania y anunció que coordinará con otros países para llevar a justicia a los responsables.
“Lo mejor es la independencia, la soberanía y procurar la amistad con todos los pueblos y todos los gobierno”, afirmó el miércoles López Obrador durante su conferencia matutina al ser cuestionado sobre la instalación del Grupo de Amigos México-Rusia en la Cámara de Diputados, que controla el oficialismo, y defendió la postura de su administración ante el conflicto bélico asegurando que “nosotros no vamos a participar ni a favor ni en contra” y que seguirán promoviendo una solución pacífica.