Oliver Cooper Grace es un joven de 22 años de Reino Unido, que hace meses comenzó a sentir dolores de cabeza, mareos y a sentirse algo débil.
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El joven ya había acudido a médicos para tratarse, e incluso, estuvo varias veces en urgencias, sin embargo, luego que lo revisaran, lo enviaban de vuelta a casa sin mayor explicación, creyendo que era un dolor de cabeza común.
Sin embargo, según rescata el Mirror, una noche, el joven vomitó y nuevamente fue llevado a urgencias, aunque esta vez, el desenlace sería distinto, ya que no sería devuelto a casa.
Los médicos lo sometieron a un escáner y descubrieron que Oliver estaba a pocos días de entrar en coma por un tumor cerebral no diagnosticado.
Fue así que dos días después del diagnóstico, se sometió a una cirugía para extirpar el 70% del tumor.
“Ser diagnosticado con un tumor cerebral en cierto punto resulta un alivio. Pensaba que algo andaba muy mal, por lo que es bueno saber qué era y que me dijeran qué tratamiento esperaría”, señaló el joven, que ya se encuentra en su casa y continúa con el tratamiento para acabar con el tumor.
Shaveta Mehta, oncóloga clínica que supervisa a Oliver, aseguró que “la detección temprana de tumores cerebrales sigue siendo un desafío, especialmente en personas jóvenes, ya que estos tumores son muy raros y los síntomas pueden ser vagos”.
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Al respecto, la especialista señaló que los síntomas que sintió Oliver puede deberse a varias causas menos graves, y que por eso, los casos de posibles tumores cerebrales “muchas veces no son analizados como es debido”.
Es por eso que la profesional señaló que “si alguien experimenta una combinación de síntomas que persisten y/o empeoran con el tiempo, debe buscar atención médica urgente”.
