Este martes se aprobó con 106 votos a favor el proyecto de resolución presentado por diputados de Renovación Nacional, en el que se solicita al Presidente de la República eliminar el impuesto específico a los combustibles de manera permanente o transitoria.
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La iniciativa busca atenuar el alza inédita que ha tenido el precio de la bencina y el petróleo, y suavizar los efectos de la inflación que afecta los bolsillos de los chilenos.
La diputada Sofía Cid, subjefa de la Bancada RN e integrante de la Comisión de Economía, señaló que “sabemos que con la situación de la guerra en Ucrania los valores de los combustibles seguirán subiendo. Esto afecta directamente al bolsillo de las personas. Hay un estudio que señala que sobre el 71% de las familias tiene un automóvil y no se puede hablar de lujo como se hacía antes, ya que hoy los vehículos son para trabajar con él, para dirigirse al trabajo y mucha gente de clase media hoy tiene uno”.
“Esta es una medida que se ha tomado en Nueva Zelanda, en muchos estados de Estados Unidos, y también en Perú. Creo que es importante que el ministro de Haciendo y el Presidente de la República lo evalúen y generen una suspensión del Impuesto Específico. Estamos hablando de alrededor de 400 pesos por litro y eso va en directa ayuda de las personas”, agregó.
En esa misma línea, el diputado Miguel Mellado, miembro de la Comisión de Economía, sostuvo que “la idea es que de una vez por todas se termine este impuesto específico que en el año 1985 se estableció para poder mejorar las carreteras, que hoy son concesionadas. Es un impuesto que ya no debería existir, porque atenta contra el bolsillo de todos los chilenos o que por lo menos durante este año y considerando la alta inflación, pueda congelarse y ser así una ayuda para los consumidores”.
El proyecto presentado por los diputados, Sofía Cid, Catalina del Real, Ximena Ossandón, Erika Olivera, José Miguel Castro y Frank Sauerbaum podría disminuir el precio de los combustibles hasta en un 46%.
“Este impuesto afecta a un 45,9% del precio de venta final de la gasolina de 93 octanos, mientras que a un 23,2% del precio de venta final del diésel. Por lo demás, su origen se basó en la necesidad de allegar recursos al Fisco para hacer frente a la necesidad de reconstrucción de carreteras tras el terremoto de 1985 en la zona central del país, produciéndose su permanencia hasta hoy”, dicta el proyecto de resolución presentado.
“En consecuencia, una directa eliminación del impuesto específico a los combustibles se constituye como un mecanismo viable para lograr un efecto material y sustancial en beneficio de millones de familias y personas en nuestro país”, concluye.