Ron DeSantis, gobernador de Florida, no piensa dar su brazo a torcer en su guerra contra Disney y promoverá un debate legislativo para quitarle al gigante del entretenimiento sus beneficios en los parques temáticos.
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“Estoy anunciando hoy que voy a expandir los temas que se van a considerar esta semana. Se va a debatir el mapa congresional, pero también se va a debatir la finalización de los distritos especiales de la Florida, que fueron aprobados antes de 1968″, dijo el gobernador, en rueda de prensa. “Y eso incluye el distrito de desarrollo de Ready Creek, donde se encuentran buena parte de los parques de Disney”.
Esos distritos especiales aprobados antes de 1968 permiten a Disney gobernar en su región, hasta el punto que tienen su propia policía y su propio sistema judicial, que permite juzgar a una persona si comete un delito menor.
El debate para terminar esto podría tomar muchos días, porque Disney genera miles de empleos en el estado de la Florida.
Rechazo directo a DeSantis
Pero las intenciones de DeSantis no cambiarán, sobre todo por la tensión que se creó con la ley de los derechos parentales, conocida como la ley No Digas Gay, que limita la enseñanza de temas sexuales y de género en las escuelas de la Florida para estudiantes entre el jardín de infantes y tercer grado.
Aunque la ley no menciona en ningún momento la homosexualidad ni la heterosexualidad, tanto demócratas como republicanos han tomado posturas muy antagónicas al respecto de la ley, unos diciendo que le quita visibilidad y derechos a los niños y las familias LGBTQ y otros alegando que le da poder de decisión a las familias acerca de cómo tratar estos temas con niños pequeños.
¿Pase de factura?
Esto creó una postura muy dura en Hollywood, donde culparon al gobernador de Florida de querer suprimir los derechos de la comunidad LGBTQ, y aunque Disney en un principio no se pronunció, una huelga de trabajadores los hizo dar su punto de vista condenando la ley y atacando el liderazgo de DeSantis, quien ahora quiere pasar su factura.