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Cristián Monckeberg: “El Plebiscito de salida va a ser muy ajustado y eso ya es un fracaso”

“Los responsables son los que han extremado sus posturas”, adelanta, advirtiendo que vendría un “complejo” escenario.

Cristián Monckeberg

Para Cristián Monckeberg, no es “responsable” tomar postura por el Apruebo o el Rechazo en el Plebiscito de salida a estas alturas. Eso sí, advierte que aunque se define un hombre “esencialmente optimista”, poco a poco ha ido perdiendo “esperanza” en que se avance a la unidad.

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“Lamentablemente, una y otra vez nos hemos ido pegando portazos de que las cosas no son como se esperaba que fuesen, y se está desaprovechando una tremenda posibilidad de proyectar al país con cierto grado de certeza para los próximos años”, asegura.

El jueves tuvieron un Pleno más que tenso ¿Cómo definiría el ambiente que hay en la Convención?

Creo que lo que pasó el jueves después de la votación, es de la máxima gravedad. Es la típica actitud totalitaria de si no me impongo por la buena, me impongo por la fuerza, con el insulto. No se puede pretender aprobar normas constitucionales basándose en la agresión, en la violencia, en las amenazas. Lo que pasó superó todos los límites. Eso refleja de cuerpo entero el ambiente que muchas veces se vive en la Convención. Nosotros ya lo asumimos como parte de lo que vivimos durante muchos meses, pero hoy evidentemente surge con mayor fuerza porque son los propios convencionales de izquierda quienes amenazan y violentan a los socios de sus ideas.

¿Son situaciones que contribuyen al rechazo?

Se suponía que esta iba a ser una semana positiva, porque se iban a aprobar derechos sociales, pero la noticia ha sido la intolerancia, la amenaza y es evidente que esto sigue restándole puntos a la confianza que la ciudadanía tiene en la Convención.

¿Y no cree que la derecha también ha contribuido a ese ambiente? Porque también han emitido declaraciones que no son del todo ciertas.

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Una cosa es el insulto, la amenaza, y otra muy distinta es la posibilidad de que cada uno informe de la mejor manera posible, a su manera, lo que está ocurriendo. Lo primero es intolerable y lo segundo forma parte del debate y cada uno va exponiendo sus puntos de vista y la ciudadanía es la que tiene que juzgar, no le veo problema. Creo que no se asemeja el debate versus las amenazas.

En términos prácticos, el rechazo del informe en general les vuelve a generar un problema con los tiempos y no está descartado que tengan que tener Plenos sábados o domingo ¿Llegan?

O sea yo creo que ya no hay vuelta atrás. Si se pretende terminar con la nueva Constitución, los sábados, los domingos y las noches van a tener que formar parte de lo habitual. No me queda la menor duda. Ahí el responsable de lo que pasó no es el Pleno, sino la Comisión que levantó una propuesta que a todas luces se sabía que no iba a representar una gran mayoría. No pueden pretender solucionarlo todo.

El 13 de mayo deberían tener todo votado ¿Imposible pedir más plazo?

No, no hay ninguna posibilidad. Dentro de nuestros plazos, que vencen el 4 de julio, se pueden hacer ajustes y eso lo tiene que definir la mesa, en cuanto a horarios, apretar a las comisiones de armonización, transitorias y preámbulo, suspender semanas regiones, suspender la visita a Antofagasta. Además ya se fijó la fecha del Plebiscito.

Ya hay casi 300 normas en el borrador ¿Qué tan lejos o cerca están de Aprobar en el Plebiscito?

Para nosotros, los que estamos dentro de la Convención, sería un despropósito, una falta de respeto el que tomáramos posturas antes de que termine este proceso. Hay que dejar que los Plenos se sigan pronunciando, todavía quedan temas súper relevantes por definir, hay que dejar que las comisiones de Armonización y de Normas Transitorias también hagan su pega y una vez que tengamos el texto claro, tendremos, en conciencia, que tomar decisiones y recomendar o sugerir a la ciudadanía ciertas posturas.

No son pocos los que hablan de que el borrador plantea un “mamaracho” ¿Comparte esa mirada?

Se han cometido errores importantes que no dicen relación con la tradición, con la cultura, con la manera de abordar las materias que nuestro país ha tenido. Había que hacer cambios profundos en muchas materias, pero creo que hasta el minuto hay muchas propuestas aprobadas que a nuestro juicio no se han resulto de buena forma. Pero creo que la postura correcta es hacer la evaluación cuando termine el proceso.

¿Cree que los políticos de derecha que estuvieron por el Apruebo están corriendo un riesgo en el sector? Los podrían “acusar” de ser corresponsables del “mamarracho”.

Aquí hubo un 80% de los chilenos que confiaron en que había que avanzar hacia una nueva Constitución y que había que cerrar este capítulo y hacer cambios importantes. Yo no cambio ni un minuto esa opinión. Soy un convencido de que había que hacerlo. Los responsables no son los que votaron apruebo o rechazo, los responsables de esta propuesta, son quienes estamos ahí sentados trabajando y quienes han ido aprobando mayoritariamente muchas de las normas que no cumplen con lo que parte de la ciudadanía esperaría. La ciudadanía respaldó el proceso, lo que correspondía era hacer algo que interpretara a casi la gran mayoría y eso no se logró, ahí si que hay responsabilidades.

¿El Frente Amplio, por ejemplo, debería asumir responsabilidad por un triunfo del rechazo?

Ya sea que gane el Apruebo o el Rechazo en el Plebiscito de salida, va a ser muy ajustado y eso ya es un fracaso. Lo que correspondía era que en el Plebiscito de salida, el nuevo texto representara a casi todos los que votaron Apruebo, un 80 o un 75%. Si se termina aprobando la nueva Constitución con un 53%, se deja a la mitad del país afuera y, por lo tanto, es un fracaso político, tanto como lo sería el que la ciudadanía dijera Rechazo, porque va a quedar un país dividido. Ahí hay un escenario super complejo y los responsables son los que han extremado sus posturas y han pretendido instalar temas extremos que no representan a todos.

Si gana el Apruebo en esas condiciones, ¿Cuál es el primer desafío que ve para el gobierno y la oposición?

Pase lo que pase, el Gobierno tiene que hacer un esfuerzo muy importante de recomponer los ánimos de la ciudadanía, de división que se está encubando en torno a este proceso constituyente. Y eso significa gobernar para todos, entender que no hay una sola verdad y que tenemos que construir el país de manera distinta de como se pretendió diseñar en este proceso constituyente, entendiendo que hay personas que piensan distinto y que hay recoger sus opiniones y no imponer posturas. Ahí el Gobierno, el Congreso, la sociedad civil, juegan un rol importante para canalizar toda esa energía de división que va a quedar muy instalada.

Y si gana el rechazo ¿Cree que el Gobierno debiese impulsar alguna reforma?

Una opción de esa magnitud, no es para quedarse cruzado de brazos. Hay que hacer un esfuerzo por cerrar el capítulo constitucional, pero hacerlo bien. Hay un sinnúmero de países que han vivido plebiscitos donde ha ganado la opción rechazo, y por lo tanto, ahí se tienen que ver y medir la talla de las autoridades que están a cargo, en cuanto a conducir esa mala noticia, recoger el guante y construir algo distinto. Eso va a ser un tremendo desafío.

Jaime Bassa causó polémica por asegurar que si sigue vigente la actual Constitución, habría una crisis política y social importante. No cree que aquello, en cierta medida, podría ser efectivo ya que el fin del proceso constituyente, que era dar cause a las demandas, no se cumpliría.

Es lo mismo que hizo Pinochet el ‘82. Yo creo que equivocó su comentario y es propio de aquellos que están enamorados de su obra, y que con el objeto de que se apruebe o que se la respalden, se busca cualquier argumento. El general Pinochet ocupó el mismo argumento para que le aprobaron su proyecto de nueva Constitución. O soy yo o es el caos, lo que es una mirada bastante absolutista de las cosas. Es evidente que el país ya está dividido, no hace falta que gane el Apruebo o el Rechazo, y por lo tanto, más que andar sembrando el terror para lograr adeptos, lo que hay que tratar de hacer es construir las cosas de manera distinta, o haber hecho un esfuerzo para ello, y eso no se ha logrado.

De Sistema Político

Cómo cataloga la votación del viernes?

En materia de transparencia, buen gobierno, probidad, hay bastante consenso en las normas que se aprobaron, no así en materias de fuerzas armadas. Ahí tenemos un puntos que ojalá se pueda corregir, y dice relación con cuál va a ser el roll de las FF.AA. dentro del país. Porque todos sabemos que las FF.AA. juegan un rol en materias externas, cuando hay amenazas, para defender la soberanía y mantener la integridad territorial, pero también juegan un rol interno, cuando hay calamidades, terremotos, inundaciones, pero eso quedó descartado y a mí juicio se comete un error. Y en materias de policía lo mismo, al pretender señalar que las policías son de carácter civil, aunque afortunadamente se rechazó, quedaban un montón de dudas.

¿Hay espacio de mejoras?

Quedaron unos artículos abiertos que perfectamente, si es que hay voluntad política, perfectamente se podría hacer mejoras. Pero lamentablemente la izquierda tiene un complejo con las FF.AA. y donde pueden le cepillan facultades y yo creo que ellas han hecho un esfuerzo importante por ser fuerzas armadas de todos los chilenos y, en estas materias, juegan un rol relevante.

El viernes el Presidente Boric aseveró que el bicameralismo asimétrico que se busca establecer no debe ser simbólico. ¿Cree eso es una señal que va a recoger el FA?

Ha costado que entiendan y que escuchen a su presidente, pero espero que en esta tercera oportunidad, enmiendan y corrijan. Nadie quiere que la Cámara y el Senado sigan haciendo lo mismo, en eso hay consenso, pero si van a existir estas dos instituciones, lo importante es que este nuevo Senado tenga funcionen que permitan corregir y mejorar los proyectos de ley que van saliendo y que contribuya y no que se repliquen funciones. Ojalá que lo escuchen, pero hasta ahora han hecho más bien oídos sordos.

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