Preocupación se ha generado sobre la situación en Shanghái, China, donde las autoridades locales han implementado severas cuarentenas ante el aumento de casos de COVID-19.
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En un principio, se pensó en bloqueos acotados, sin embargo, los encierros se han extendido incluso a más de un mes, generando situaciones críticas para muchas familias, e incluso, viralizándose angustiantes situaciones a través de las redes sociales, donde se ve a personas gritando en los edificios y pidiendo ayuda y poder salir de sus casas.
En contacto con Radio Bio Bio, Juan Francisco Carrasco, un chileno residente en Shangái, relató un poco de lo que ha sido su día a día en la ciudad china.
“Llevamos un mes y tres días en cuarentena absoluta en una ciudad con 26 millones de habitantes. El gobierno central avisó que nuestro lado iba a estar en cuarentena por 4 días, se prepararon para eso, pero ya llevamos más de un mes. No ha sido bien visto en otras ciudades”, aseguró Carrasco al citado medio.
Respecto a la cadena de abastecimiento, el chileno añadió que se han generado dos puentes de aprovisionamiento. “El gobierno central tomó las riendas del abastecimiento y han recibido paquetes con diferentes tipos de vegetales, insumos diarios. Estas cajas son una vez a la semana. Una caja puede ser para 5 personas o para 2.
Por otro lado, explica que “los propios vecinos hacen compras donde se compra básicamente un camión con verduras y se reparten una misma orden”.
Respecto a la vacunación, Carrasco -que vive hace 10 años en Shanghái- aseguró que gran parte de la población si está vacunada, pero sin dosis de refuerzo. “El problema es que el grupo de riesgo sobre 80 años está con un déficit de vacuna importante”.
Además, sostiene que las autoridades “cambian la política (sanitaria) cada 15 días, crean nuevas formas de medir lo que permite abrir ciertas zonas”