Nadie podría cuestionar la eterna solemnidad de la reina Isabel II en sus 70 años al frente de la monarquía británica, incluso en aquellos nefastos momentos en que dio la cara por algunos escándalos de la familia real. Elizabeth Alexandra Mary nunca puso en riesgo el protocolo ni se apartó de las normas de su majestad, sin embargo el humor también está presente a lo largo de su reinado y esa mirada sutilmente impertinente la entrega ahora la película “A portrait in Part(s)”, de director Roger Mitchell (“Notting Hill”) que estrena el festival suizo Visions du Réel. No se trata de un recatado repaso de su labor ni el afán sacralizar su figura, aseguran los críticos, sino del rescate de situaciones que escapan a la pompa y que se reconstruyen amablemente gracias a la potencia del archivo cinematográfico.
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Del mismo modo, la cinta “Un retrato en parte (s)” recopila cientos de imágenes de la reina practicando el clásico movimiento de muñeca con el que las monarquías saludan a su pueblo, y dando la mano a miles de personalidades famosas.
La visita que revolucionó a Chile en 1968
El productor Kevin Loader revela que “el proceso para solicitar el uso de imágenes a los archivos reales es complejo. “Les explicamos que no íbamos a hacer un documental formal, pero sí que queríamos ser algo traviesos, hacer alguna broma y pasarlo bien. Aceptaron y cuando les enseñamos la cinta nos dijeron que les parecía bien”.
Donde encontraron material tan diferente como valioso fue en archivos alemanes, que habían registrado la visita de Isabel II a distintas ciudades del país en los años 60, y que nutre la película de acciones y contenidos graciosos. Acaso la búsqueda haya tropezado con algún plano de Isabel en Chile, durante su visita entre el 11 y 18 de noviembre de 1968.
Sin embargo, no todo es ironía, porque además se la muestra como la monarca más longeva de la historia y aquella potente figura –de apenas 1,52 m de estatura- en torno a la que se consolidó la Commonwealth. También hay espacio a sus peores dramas de palacio, incluyendo el incendio del castillo de Windsor y aquellos nombres propios como Sarah Ferguson, Lady Di y Meghan Markle que alguna vez, no hace tanto tiempo, hicieron temblar la corona sobre su alteza real de 96 años…
<b>“La crítica es buena para las personas y las instituciones que forman parte de la vida pública. Ninguna institución -monarquía o lo que sea- debería esperar estar libre del escrutinio de quienes le dan su lealtad y apoyo...” (Reina Isabel II)</b>