El equipo ICOVID Chile, iniciativa liderada por la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Concepción, presentó su informe número 79 con análisis y datos de las dimensiones propuestas para monitorear la pandemia en el país, con información obtenida hasta la segunda semana de mayo de 2022, proporcionada a través de un convenio con el Ministerio de Salud y el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
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En este nuevo reporte mensual, los y las investigadoras detallan que durante abril el número estimado de infectados e infectadas por cada 100 mil habitantes a nivel nacional mostró una constante disminución, partiendo en valores en torno a 16,3 durante la primera semana y llegando a 10,1 en la cuarta semana. Sin embargo, a nivel regional muestra variaciones. Mientras que en el norte, durante las últimas dos semanas, la tendencia comienza a revertirse con una leve alza, en el centro y sur del país la tendencia se mantiene a la baja, solo subiendo luego en la zona del extremo sur.
Es así como la región de Magallanes presenta los valores estimados más preocupantes, sobre el valor 20 y con alzas en las dos últimas semanas. Las regiones con mayor población como la Metropolitana, Valparaíso y Biobío mostraron una tendencia a la baja durante abril, marcando la tendencia a nivel nacional. Sin embargo, en la primera semana de mayo todas las regiones muestran un alza en el número estimado de infectados por cada 100 mil habitantes, alcanzado un valor nacional de 13,6.
Por su parte, la tasa de transmisión a nivel nacional se mantuvo por debajo de 1,0, indicando una contención en la propagación del contagio, pero con una tendencia en las dos últimas semanas de abril al alza hasta alcanzar 0,9. A nivel local, y en concordancia con las alzas presentadas en el norte del país respecto al número de infectados por cada 100 mil habitantes, las regiones desde Atacama hacia el norte y en el extremo sur muestran un alza con tasas de transmisión estimada sobre el valor 1,0.
El alza presentada en la carga a nivel nacional durante la primera semana de mayo concuerda con un alza en la estimación de la reproducción efectiva durante esa semana. A nivel nacional alcanza un valor estimado de 1,1 y con valores estimados 1 o superior en todas las regiones del país, lo que muestra nuevamente una expansión del virus.
Ante el escenario, la ingeniera y vicerrectora de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Concepción, Andrea Rodríguez, recalcó en el llamado a la precaución. “La tendencia a la baja en la estimación de infectados por cada 100 mil habitantes y de la propagación efectiva comienzan a revertir su tendencia a la baja desde la segunda semana de abril y confirmando esta alza en la primera semana de mayo. Esto hace prever una nueva ola –esperamos más pequeña– en la evolución de propagación del virus, por lo que el llamado a la población es a tomar medidas de precaución”, señaló Rodríguez.
En la misma línea, la epidemióloga y académica de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Paula Margozzini, enfatizó en que hay cifras que preocupan, sobre todo aquellas relacionadas con la vacunación. “La cobertura dinámica de vacunación nacional muestra una disminución progresiva desde un máximo de 81,2% alcanzado el 17 de marzo hasta un 67,1% el 5 de mayo. Estas cifras son preocupantes ya que, ante un nuevo brote, se pueden producir hospitalizaciones y personas fallecidas que eran prevenibles. El llamado a la población es a ponerse al día con las vacunas de refuerzo, seguir con el lavado de manos, la ventilación y el uso de mascarillas”, dijo Margozzini.
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En cuanto a los indicadores de testeo, la positividad durante el mes de análisis –que representa la fracción de test PCR o de antígenos realizados que resultan positivos– muestra que a nivel nacional decreció sostenidamente desde 10,2% (color rojo en el semáforo ICOVID Chile) hasta 5,9% (color naranjo).
Siguiendo con la cantidad de exámenes (PCR) por mil habitantes, el informe muestra que a nivel nacional disminuyó desde 14,81 a comienzos de mes hasta 9,22 tres semanas después, seguido de un leve repunte hasta 9,34 en la semana final de abril. A nivel regional, esta misma tendencia a la baja con un pequeño repunte al final es predominante, pero cuatro regiones registran una baja también en la última semana: Atacama (baja desde 19,69 hasta 12,94), Metropolitana (baja desde 11,90 hasta 6,75), O’Higgins (baja desde 11,78 hasta 6,32) y Biobío (baja desde 17,79 hasta 11,25).
“La interpretación de la serie temporal en la tasa de testeo PCR y su positividad debe ser cautelosa ya que el fenómeno de testeo ha variado, las características de la población que hoy realiza un PCR puede no ser comparable a la de años anteriores (por ejemplo, debido a cambios en la probabilidad de diagnóstico introducida por la incorporación de test de antígenos domiciliarios o por modificaciones en la definición de casos)”, plantean los y las investigadoras en el informe.
En cuanto a la trazabilidad, el indicador de consulta temprana –que registra la proporción de personas que tuvieron una consulta médica en dos días o menos desde que iniciaron síntomas– mostró mejoras sostenidas alcanzando un máximo de 80% en marzo, aunque preocupa la disminución a 67% en la tercera semana de abril, con las menores cifras de logro en la Región Metropolitana (60%) y las mayores en Arica (89%).
Siguiendo con el porcentaje de tests de laboratorio que fueron informados al Ministerio de Salud en un día o menos desde la consulta médica, se aprecia que, en las últimas seis semanas, este indicador sigue mejorando a nivel nacional, llegando a 95% de logro a fines de abril, manteniendo color verde en el semáforo ICOVID Chile en todas las regiones. Los valores oscilan entre 86% en Coquimbo y 100% en Arica y Parinacota.
Por su parte, la confirmación temprana de casos –que se define como la proporción de personas sintomáticas sospechosas cuyo resultado de laboratorio es informado a la autoridad sanitaria dentro de tres días desde la fecha de inicio de síntomas– mejoró hasta un máximo alcanzado de 86% a nivel nacional a mediados de marzo y luego disminuyó levemente a 83% hasta mediados de abril. Las últimas cifras disponibles de abril, muestran un logro sobre 80% en la mayoría de regiones quedando en color verde, excepto Tarapacá, Coquimbo y Araucanía en color naranjo. Se mantienen los valores más altos en Arica y Parinacota (97%).
Asimismo, en el informe se da cuenta que durante abril la capacidad hospitalaria a nivel nacional tuvo un pequeño descenso desde 85,85% (color rojo) en la semana inicial, hasta 84,50% (color naranjo) en la semana final, con un mínimo de 83,21% en la penúltima semana. A nivel regional, en tanto, hay tendencias dispares. Si bien en la semana inicial cuatro regiones tenían el indicador en rojo y seis en verde, en la semana final hay seis regiones con color rojo y seis con verde. La Región de Coquimbo está entre los valores más altos del indicador en las últimas tres semanas: 90,08%, 88,10% y 91,19%, respectivamente, todos en color rojo, y superada solamente por Antofagasta en la semana final del mes (91,22%). Por otro lado, tanto en Valparaíso como la Región Metropolitana, se observó el indicador en color rojo (85% o más) constantemente durante todo el mes. Y las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Atacama, Ñuble, Aysén y Magallanes tuvieron el indicador en verde (75% o menos) durante todo el mes.
En tanto, el porcentaje de ocupación de camas UCI con pacientes covid-19 muestra tanto a nivel nacional como regional, una tendencia durante abril a la baja constante. Así, a nivel nacional la baja es desde 25,85% en la semana inicial, hasta 11,83% en la semana final. En regiones, la excepción a esta tendencia es Arica y Parinacota, que aumentó desde 13,02% hasta 14,42% (y 13,33% la penúltima semana), y Atacama, que subió desde 25,07% hasta 30,70% (32,83% la penúltima semana). “Es importante recordar que este indicador es relativo a la disponibilidad de camas UCI habilitadas, las que pueden variar de semana en semana”, se advierte.
Sobre la tasa de variación semanal en hospitalizaciones covid-19 –indicador mide la tendencia en el uso diario de camas hospitalarias de todo tipo (básica, intermedia, UTI, UCI) por pacientes covid-19– el indicador se observó en color verde durante todo el mes, con valores oscilando entre -17% y -22%. “La tendencia fue muy favorable en todo el mes de abril. Sin embargo, el comienzo de mayo sugiere una tendencia al alza, llegando el indicador a -10% el día 9 de este mes, por lo que es necesario seguir con atención la evolución de este indicador”, alertan en el informe.
Sobre el promedio diario de camas UCI por edad, en todos los grupos etarios se observa una disminución en la ocupación de camas UCI, la que se mantiene durante todo el mes. En el grupo de personas de 70 años o más, el promedio semanal disminuye desde 68 la semana inicial hasta 27 en la semana final de abril (variación mensual de -60,29%). En el tramo de pacientes entre 50 y 69 años, la disminución es desde 306 hasta 117 (variación mensual de -61,76%) y en el grupo de pacientes menores de 50 años la baja es desde 249 hasta 103 (variación mensual de -58,63%).
En cuanto al indicador de mortalidad, en el informe se reporta que en la semana del 24 al 30 de abril se produjeron 102 muertes por covid-19, lo que corresponde a una disminución del 70% respecto a la última semana de marzo. La disminución se observa en todos los grupos de edad.
Mientras, en materia de vacunación, el 88,8% de los chilenos ha recibido su esquema de vacunación primario de dos dosis (entre el 97% en Región del Ñuble y 83% en la Región Metropolitana), alcanzando las mayores cifras en personas de 50-69 años (95%) y las menores coberturas en menores de 18 años (76%). Sin embargo, al analizar cómo cambia día a día la cantidad de población que cuenta con vigencia o protección teórica –que corresponde al indicador de “cobertura dinámica de vacunación”– se observa que la vigencia de los esquemas de vacunación ha bajado en forma muy importante . La mayor cobertura dinámica factible se alcanzó en Chile el 17 de marzo (82%) bajando actualmente a 67,1% (al 5 de mayo).
“Esto implica que con el paso del tiempo, la población susceptible a infección sintomática o aquella que puede desarrollar una infección grave aumenta y lamentablemente eleva el riesgo potencial de rebrotes, pero sobre todo, nos expone como sociedad a observar la ocurrencia de hospitalizaciones y personas fallecidas que era factible prevenir (muertes evitables). Los refuerzos de vacunación son muy necesarios”, alertan finalmente en el reporte.