El ministro de Educación Marco Antonio Ávila, lanzó días atrás la Política de Reactivación Educativa Integral “Seamos Comunidad”, que tiene por objetivo hacer frente a las consecuencias de la pandemia y dos años de no presencialidad.
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“Solo llevamos dos meses de gobierno, tenemos limitaciones presupuestarias, atravesamos un difícil período económico; sin embargo, esto no va a ser una limitante para que podamos presentar una Política de Reactivación Educativa Integral para dar respuesta en el corto, mediano y largo plazo, puesto que entendemos que muchas de las cosas que aquejan a los establecimientos educacionales son urgentes”, señaló el ministro.
En conversación con Publimetro, el ministro se refirió a la compleja realidad que se vive en varios colegios del país.
-¿Usted cree que la pandemia es el único factor que ha vuelto que los episodios de violencia tengan mayor ocurrencia al interior de los colegios?
Creo que la violencia es un problema sistémico de nuestra sociedad, que estamos viendo y viviendo a diario en nuestras vidas cotidianas, que se refleja en los niños, niñas y jóvenes y que lamentablemente se ha visto agudizado por la pandemia y por este retorno a la presencialidad que pudo tener una mayor gradualidad para la adaptación tanto de las y los estudiantes, como de las comunidades educativas en general, para que tuvieran tiempos y espacios para responder adecuadamente a los desafíos con los que se fueron encontrando. Por eso, cuando asumimos la administración, hace poco más de dos meses, propusimos a los establecimientos la posibilidad de flexibilizar su jornada escolar completa, reduciendo el horario de clases y dando más tiempo a esta adaptación y planificación entre equipos directivos y docentes. Esta medida ha sido solicitada voluntariamente por cerca del 25% de los establecimientos del país, lo que demuestra que muchas comunidades necesitaban estos espacios.
El fenómeno de la violencia no es nuevo, tiene múltiples factores, por lo que debe ser abordado de forma sistémica. Por eso, estamos impulsando una Política de Reactivación Educativa Integral denominada Seamos Comunidad, la cual busca convocar a las comunidades y familias a este gran desafío de reactivar la educación desde una nueva concepción más integral de la que teníamos previo a la pandemia. Para ello, articularemos recursos y acciones prioritarias en cinco ejes claves: convivencia escolar y salud mental, fortalecimiento de aprendizajes, revinculación de estudiantes en riesgo de deserción, infraestructura y conectividad digital.
Partiremos este año con cinco acciones prioritarias para abordar los problemas más urgentes: se creará un programa de fortalecimiento de la convivencia escolar en 60 comunas prioritarias, se cuadruplicará la cobertura territorial del Programa Habilidades para la Vida en enseñanza media, se concretarán convenios con facultades de educación para movilizar a 10.000 estudiantes de pedagogías para que realicen tutorías a estudiantes que requieran un acompañamiento más personalizado. Además, se implementará una estrategia de lectura y escritura enfocada en los primeros niveles de enseñanza y en la enseñanza de segunda lengua a estudiantes migrantes; y un plan de infraestructura para la reparación y recuperación de espacios educativos, que se suma al plan de conservación de establecimientos educacionales.
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-¿Qué le diría a las familias que están sufriendo ahora con un hijo o hija agredida y a las familias que tienen a un alumno agresor?
Solidarizamos con las familias cuyos hijos o hijas han sido víctimas de cualquier tipo de violencia. Pero quisiera señalar, también, que tenemos una responsabilidad social con la formación de las nuevas generaciones, incluidos quienes hoy han tenido conductas agresivas. En este momento, más que nunca, tenemos la oportunidad de formar, educar y dar las señales correctas a los niños, niñas y jóvenes respecto de la importancia del respeto, la valoración de las otras personas, la solución pacífica de los conflictos. No podemos dejar esto solo en las manos de las y los docentes, todos y todas debemos contribuir en esta tarea. La violencia es un fenómeno sistémico
Tenemos también un rol relevante como Ministerio de Educación. Por eso, estamos generando acciones para apoyar a las comunidades educativas en el abordaje de estas situaciones.
Como parte de nuestro programa de convivencia y salud mental, ampliaremos la cobertura y campo de acción del Programa Habilidades para la Vida en comunas y escuelas. El plan incluye herramientas para mejorar la convivencia y promoción con estudiantes, apoyo y consejería a docentes y trabajadores de la educación, instrumentos de detección de estudiantes con necesidades de salud mental, atención focalizada con equipos psicosociales para estudiantes y una mejor articulación para la derivación al sistema de salud. Partiremos este año ampliando el programa en enseñanza media, pasando de 25 a 100 comunas.
También iniciaremos este año un plan comunal de atención de crisis y convivencia escolar en 60 comunas en las que se observan mayores índices de violencia escolar. Este plan busca fortalecer a los equipos de convivencia, entregando capacitación y orientaciones, y favorecer el trabajo articulado de las redes comunales de convivencia escolar, y desarrollar procesos de apoyo a establecimientos con situaciones críticas de convivencia escolar, entre otras medidas.
-Los tiempos actuales obligan en la mayoría de los casos que padre y madre salgan a trabajar y los niños quedan solos, ¿cuáles serían las medidas que se pueden tomar al respecto para el fortalecimiento de la presencia parental?
Las familias de nuestro país hacen grandes esfuerzos para compatibilizar sus jornadas laborales y apoyar a sus hijos e hijas con sus actividades escolares. Por eso, como gobierno, nos hemos propuesto transitar intersectorialmente desde el sistema de cuidados actual, que descansa exclusivamente en la familia y especialmente sobre las mujeres, hacia uno de corresponsabilidad social de los cuidados, que involucre a los hogares, las comunidades y el Estado. A este objetivo también tributan futuras iniciativas como las cuarenta horas de trabajo.
-¿El diagnóstico de violencia escolar y problemas de salud mental ustedes lo ven de manera transversal en la educación pública como privada o hay claramente una tendencia hacia los establecimientos municipales?
Más bien los problemas de violencia y de salud mental son sistémicos y se expresan de distinta forma en la sociedad. Nuestro rol como Ministerio de Educación es generar políticas que promuevan que los centros educativos en su conjunto -sobre todo aquellos que dependen del Estado- sean espacios seguros para el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes. Los establecimientos educacionales deben ser espacios propicios para el aprendizaje, donde exista respeto, alegría, acogida y colaboración mutua. Para esto actualmente tenemos una Política Nacional de Convivencia Escolar, a la que le estamos dando énfasis y recursos con los que podamos apoyar desde el MINEDUC a escuelas y liceos, que promueve que las comunidades educativas cuenten con equipos de convivencia y que se desarrollen planes de trabajo para favorecer una convivencia democrática y respetuosa. Además, cada establecimiento cuenta con un Manual de Convivencia, que tiene reglamentos y protocolos que permiten regular las relaciones entre todos y todas. Es muy importante en el escenario actual actualizar y volver a socializar esos instrumentos, generando espacios participativos, que integren a toda la comunidad, para volver a generar sentidos compartidos en torno a la Convivencia Escolar.
Seamos Comunidad
La Política “Seamos Comunidad”, busca aportar a enfrentar los efectos que la pandemia provocó en las comunidades educativas y sus integrantes, en factores tan prioritarios como la convivencia escolar y salud mental, la recuperación de integral de aprendizajes, la mejora en las condiciones de infraestructura, la conectividad y transformación digital, y la retención de las y los estudiantes en el sistema educativo.
El programa tiene cinco ejes que estructuran la Política tienen acciones y medidas planificadas hasta 2025:
● Programa de atención en crisis y convivencia escolar: se implementará este año en 60 comunas en las que se observan situaciones más graves de violencia escolar. Este trabajo se realizará con la asesoría de universidades con experiencia y que han desarrollado investigación en convivencia escolar. Se destinarán 1.500 millones de pesos para la implementación de este año.
● Fortalecimiento del programa de Salud Mental: Se ampliará el Programa Habilidades para la Vida, modelo de intervención psicosocial que coordina acciones de salud mental para niños, niñas y jóvenes, así como también para sus padres o cuidadores y sus profesores. La meta para este año es pasar de 25 a 100 comunas con atención en enseñanza media, y para esto se destinarán 11 mil millones de pesos.
● Programa nacional de tutorías: Se realizará un proceso de acompañamiento y mediación pedagógica -personalizado o en grupos focales- respondiendo a las particularidades educativas de cada niño, niña y adolescente, con el aporte de la comunidad. Para ello, se implementará un Programa Nacional de Tutorías, con el apoyo de estudiantes de pedagogía, que busca reunir este año a 10.000 tutores para atender a 50.000 estudiantes del sistema escolar.
● Estrategia de lectura y escritura: Considera la disposición de orientaciones metodológicas y didácticas y estrategias para enfrentar las profundas brechas que se incrementaron con la pandemia. En educación de párvulos, se incorporarán estrategias educativas específicas para fortalecer el ámbito de comunicación, considerando tanto el lenguaje artístico como el verbal, como la promoción del goce lector.
● Plan de Reparación y Recuperación de Espacios Educativos 2022-2023: plan para reparar de manera urgente la infraestructura escolar más deteriorada. El plan beneficiará a establecimientos educacionales públicos que presenten riesgo de suspensión total o parcial del servicio debido a problemas de infraestructura, como problemas sanitarios, problemas eléctricos, problemas de habitabilidad y malas condiciones de seguridad. En el caso de las comunas donde hay falta de cupos para estudiantes, el plan dispondrá de recursos para habilitar salas u otros espacios ociosos, mediante intervenciones de conservación, de manera de disponer de una mayor cantidad de cupos que puedan ayudar a resolver el problema de cobertura de matrícula evidenciado en varias regiones del país. Este año se dispondrá de $10.000 millones para este plan.