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ExPDI dice que las policías hacen lo que pueden ante el comercio ilegal en las calles y la delincuencia por su “moral deteriorada”

Retirar los toldos azules del barrio Meiggs asoma más como un parche que como algo efectivo que vaya al fondo del problema. Parte de la solución según experto en seguridad es un mando único y cortar el circuito de abastecimiento.

La delincuencia se ha tomado la agenda y es tema principal, como lo ratificó una encuesta de Pulso Ciudadano que la puso número uno en la lista de preocupaciones de los chilenos con un 45,2%. Siguieron la inflación y el alza de precios (36,2%), y más lejos quedaron la economía, la inmigración y el narcotráfico, todos cercanos al 18%.

Y desde el ámbito de la seguridad ciudadana, un análisis de las razones del aumento de la sensación de riesgo en la ciudadanía y lo que se debe hacer lo entregó a Publimetro el prefecto general en retiro de la PDI y experto en materias de seguridad, Gilberto Loch Reyes.

“Lo primero que se debe tener claro es que para tener resultados distintos a los habituales en este tema, no hay que seguir haciendo lo mismo. El punto es que desde hace años se ha ido abriendo una puerta que va a costar cerrarla. Se trata de las incivilidades, las conductas antisociales y la impunidad delictual. Y ahora el barrio Meiggs es un ícono de lo que pasa en el país, por eso todos miran lo que hace o se hará ahí. La atención está puesta en el barrio Meiggs, pero se da lo mismo en Franklin, en Patronato y en los centros de Concepción, Valparaíso y La Serena”, señaló el retirado detective.

-¿Qué se debe hacer?

“Las autoridades deben desarrollar una política de verdad, porque en caso contrario la delincuencia vinculada al comercio ilegal se va a escapar de las manos, lo que puede llevarnos a una situación de violencia incontrolable, a corto o mediano plazo.

-¿Y sacar los toldos azules de Meiggs en la noche como se ha hecho en las últimas jornadas es una medida seria?

-No, es una medida parche, pues pronto los toldos vuelven al mismo lugar o se van a otro. Aquí debe haber una acción multipropósito e interinstitucional, con un mando y control unificado. Y deben estar involucradas ambas policías, más los Tribunales de Justicia, Aduanas, la Fiscalía, el Servicio de Impuestos Internos y las autoridades políticas.

-¿Qué acción tomaría usted?

-Hay que preguntarse quiénes abastecen al comercio ilegal del que nacen todos los problemas de delincuencia. Y los que hacen eso son mafias que ponen en el mercado productos que no pagan impuestos, por medio de muchos extranjeros que tienen esta actividad como primer modo de sobrevivencia, aunque también hay vendedores chilenos. Yo iría directo a las numerosas bodegas que hay en el sector de Blanco Encalada, que operan en la más completa impunidad y desde donde llegan los productos a las calles de Meiggs y de todo el país. Lo primero es neutralizar el circuito de abastecimiento. Luego hay que ir contra las mafias que reclutan a extranjeros. Y también hay que mantener un copamiento policial permanente en las calles con problemas.

-¿Como evalúa la labor de ambas policías en la lucha contra el comercio callejero?

-Con mucha pena debo decir que aunque están efectuando un trabajo razonable, como están con la moral deteriorada hacen lo que pueden hacer... Antes que todo está la subsistencia laboral, porque están supeditadas a varias espadas sobre sus cabezas. Ante la más mínima sospecha, cierta o no, de abuso en el uso de la fuerza, los efectivos pueden perder el trabajo. Por eso obviamente la acción policial está atemorizada, minimizada y contenida.

-¿Qué pasa con otros actores?

-Por ejemplo, los Tribunales deben aplicar la ley y resolver por la prueba, siempre aplicando el sentido común. Escuché a un juez que minimizaba lo hecho por un “lanza” que se robó una gargantilla. Pero ese señor se roba 50 gargantillas al día. Por eso la gente tiene una fuerte sensación de inseguridad. El delincuente actúa cuando puede, no cuando quiere, por eso no hay que darles oportunidades. Si no se actúa en Meiggs, ahí pasará lo mismo que en el barrio Suecia, que tuvo su auge y por culpa de la delincuencia se murió.

La voz del gobernador Claudio Orrego

La autoridad electa de la Región Metropolitana indicó que “celebro la intervención en el barrio Meiggs, pero no es suficiente... Celebro que se haya tomado el toro por las astas y se haya decidido intervenir ahí, lo que no ocurrió en los últimos cuatro años . Se ha escuchado a diversas visiones para abordar el problema y esta es la primera vez que se hace una intervención en serio, sacando toldos y deteniendo a personas. Pero claramente eso no es suficiente”.

El gobernador de la región más poblada del país añadió que “por eso debemos ser capaces de abordar una estrategia intersectorial en toda la ciudad. El comercio ambulante está desbordado en Santiago y se requiere la colaboración de todos para actuar. Hay que recuperar los espacios públicos, combatir a las mafias del comercio ambulante y apoyar al comercio establecido”.

Claudio Orrego precisó que “la situación de seguridad está bastante grave en nuestra región. Hace rato que vengo señalando, en todos los medios y en todos los tonos, que la primera prioridad de la región es la seguridad. Hemos tenido casos gravísimos en las últimas semanas, desde el asesinato de Francisca Sandoval a la agresión a funcionarios del Metro por sacar a los vendedores ambulantes. Esta situación de inseguridad se ha ido expandiendo”.

Los dos alcaldes apoyan la intervención

El área conocida como barrio Meiggs está en los límites de las comunas de Santiago y Estación Central. Por eso sus ediles son partes muy interesadas en lo que pasa ahí.

La alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, dijo que “el copamiento de Carabineros puede ser un ejemplo de cómo abordar situaciones que nos aquejan como país. Hay una decisión de Estado muy importante que yo valoro, pues hemos sido escuchados para generara una intervención profunda que avance en la recuperación del espacio y el combate al crimen organizado”.

Y el alcalde de Estación Central, Felipe Muñoz, declaró que “hemos trabajado durante meses para generar estrategias que permitan abordar la complejidad del comercio ambulante, y principalmente de las mafias que han estado operando en el sector. Por ejemplo, implementamos un retén móvil para Carabineros financiado por nosotros para hacer prevención. Pero esta labor debe ser colaborativa y permanente en el tiempo”.

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