El pasado miércoles 11 de mayo fue publicado un informe llamado “Emisión de una Moneda Digital de Banco Central en Chile”.
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Y el texto de 32 páginas emanado del instituto emisor de inmediato causó revuelo, pues de inmediato surgen dudas y se piensa en posibles riesgos, más allá de que de todas formas la denominada MDBC tendría beneficios.
El documento fue elaborado por el Grupo de Trabajo de Pagos Digitales del Banco Central, liderado por el Consejero Alberto Naudon. Y la idea empezó a rondar en septiembre del año pasado como una nueva alternativa de pago a nivel nacional en todo tipo de comercio.
“El interés del Banco Central de Chile por evaluar la pertinencia de emitir una MDBC se da en el contexto de un marcado avance en la digitalización de las transacciones, fenómeno que, apoyado en la incorporación de nuevas tecnologías y de nuevos actores, ha ido transformando la forma en que las personas pagan”, precisa parte del texto.
“De forma más sencilla, una MDBC minorista en Chile estaría denominada en pesos y sería convertible a su equivalente en dinero efectivo. Es decir, tendría el mismo valor y estabilidad que un peso corriente en forma física, ya sea billete o moneda… Sería más fácil utilizarla, porque no necesariamente requeriría tener una cuenta bancaria para hacer pagos con ella. Sería de bajo costo, protegería la privacidad de las personas y sería resiliente ante desastres naturales, ya que, en caso de contingencias podría utilizarse sin acceso a Internet”, añade el Banco Central.
Pero ante esta posibilidad aparecen preguntas respecto de su seguridad y la chance de que puedan aumentar las estafas.
UNA FORMA DE RELACIONARSE CON EL DINERO QUE LLEGARÁ SI O SÍ
Desde la academia, el economista y director de la Escuela de Negocios de la Universidad Mayor, Francisco Castañeda, señala que “lo que se busca con la MDBC es masificar su uso en la economía en forma virtual, que personas de sectores normales tengan acceso a esto. Para que ello ocurra, el Banco Central debe invertir de forma importante en infraestructura tecnológica”.
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“Y ya hay un plan piloto al respecto, pues el Banco Central es cauto sobre este tema porque hay que verificar muy bien que las plataformas funcionen para que no sean susceptibles de ciberataques, dado que los pagos serían hechos en línea y en tiempo real desde la cuenta de cada persona en su cuenta digital… La intención de este plan es que la economía se vaya integrando a la digitalización, y que eso beneficie a los consumidores. Aquí es importante el tema de la inclusión, pues se iría con esta MDBC a un nicho de menores recursos”.
Patricio Gana, director de AK Contadores, resalta el hecho de que una moneda digital respaldada por el Banco Central “es algo muy interesante, y además tenemos que darnos cuenta de que el mundo avanza hacia allá. Lo que se está estudiando tiene que ver con la posibilidad de entregarles a los chilenos medios de pago que nos faciliten mucho más la vida, además de reducir los costos que significa tener dinero físico”.
“No hay grandes experiencias aún, porque son temas que se están recién estudiando en otros países. Hay muy poca implementación. El Banco Central lo analiza, pero aún no estamos muy cerca de que se tome una decisión. Pero me parece excelente que se explore al respecto, para que cuando llegue el momento adecuado se tome la mejor decisión”.
El profesor Francisco Castañeda coincide en que “a la larga es inevitable que se vaya al uso de esta clase dinero, debido a la digitalización a niveles financiero y transaccional. La digitalización va a todos los ámbitos de la economía. Un buen ejemplo para entender la inevitabilidad de estas monedas digitales respaldadas por Bancos Centrales es lo que pasó cuando empezamos a usar el dinero plástico por medio de las tarjetas”.
“A lo mejor por factores culturales la adaptación a la MDBC es lenta, tal como les pasó a muchos con las tarjetas. Pero esto tal como lo otro llegan para quedarse. En el caso de la MDBC los beneficios son importantes, porque la economía va a ser más moderna y competitiva”.
Siguiendo ese razonamiento, cabe señalar que muchos países están evaluando tal como el nuestro la implementación de este dinero digital respaldado. Y ya hay ejemplos concretos al respecto, como los de Bahamas y China.
DIFERENCIAS CON LAS CRIPTOMONEDAS
Muchos piensan que la moneda digital que esté analizando el Banco Central se asemeja a las criptomonedas, que ya son aceptadas de forma oficial como sistema de pago oficial en El Salvador. Pera son cosas totalmente distintas, como lo recalca el economista Francisco Castañeda.
“Lo que estudia el Banco Central nada tiene que ver con las criptomonedas, que son descentralizadas y nadie sabe quién las emite, por lo que no hay una trazabilidad del dinero. Acá el Banco Central emitiría esta moneda digital, la MDBC, y le daría su respaldo, lo que ya marca una gran diferencia. La MDBC formaría parte de los pasivos del Banco Central, igual que el dinero circulante, y no sustituiría al dinero físico, sino que sería un complemento”.
Otra diferencia de importancia se da porque por el hecho de estar respaldada, la eventual MDBC chilena sería menos volátil que una criptomoneda.
Ello se debe a que nuestro Banco Central, tal como los del resto del mundo, vela por la estabilidad financiera a través de políticas monetarias. En cambio, las criptomonedas actúan en un mercado inmaduro, sin respaldo y lleno de expectativas.
De hecho el Premio Nobel de Economía en 2001, el estadounidense Joseph Stiglitz, aboga prohibir las criptomonedas, a las que califica como “un gran agujero que hay que cerrar, pues facilitan el lavado de dinero a gran escala”.
