El expresidente Ricardo Lagos realizó un extenso análisis de cara a las próximas elecciones del 4 de septiembre para votar la propuesta de la nueva Constitución y lo compartió en su cuenta de Twitter, señalando que “ninguno de los dos textos que puedan resultar del plebiscito está en condiciones” de alcanzar un consenso.
PUBLICIDAD
“El desafío político es continuar con el debate constitucional hasta alcanzar una Constitución que interprete a la mayoría de chilenos y chilenas”.
Además, señaló que el proceso constituyente no terminará el 5 de septiembre, “porque las dos alternativas en juego están lejos de convocar a la gran mayoría ciudadana”.
Lo que recomendó el exmandatario es que el país continúe con el debate constitucional “hasta alcanzar un texto capaz de concitar un alto grado de aceptación ciudadana”.
Ante los posibles resultados de las elecciones, enumeró una serie de medidas que habría que realizar en caso de ganar cualquiera de los dos resultados.
Si gana el Apruebo
“Si gana el apruebo, se debe abrir el debate para incorporar mejoras en el texto (...) devolver el nombre del Poder Judicial equivalente a los otros dos poderes Legislativo y Ejecutivo a sus temas de administración de justicia y cambiar la integración y las facultades del Consejo de la Justicia; eliminar la iniciativa parlamentaria en las leyes de concurrencia presidencial; reformar el sistema político regulando a los partidos y sentando las bases del sistema electoral; revisar a fondo el rol del Presidente de la República y del llamado bicameralismo asimétrico; corregir el diseño del Estado Regional, especialmente en fuentes de financiamiento y autonomía presupuestaria y revisar el exceso de organismos autónomos a nivel constitucional, que perfectamente pueden ser regulados a nivel legal”.
Si gana el Rechazo
Si gana el rechazo, lo logrado por la Asamblea Constituyente no podrá dejarse de lado, pues hay elementos muy rescatables en su propuesta, que debieran ser incluidos en cualquier Constitución que se escriba en el futuro (...) habría que rebajar el quórum para reformas constitucionales; eliminar las leyes orgánicas constitucionales y de quórum calificado y suprimir el control preventivo de oficio y del Tribunal Constitucional; poner término a los vestigios de Estado subsidiario que permanecen en la Carta Fundamental actual y consagrar el Estado social y democrático de derechos; incorporar derechos económicos y sociales, siguiendo sustancialmente la propuesta de la Convención; asegurar la igualdad entre el hombre y la mujer; reconocer a los pueblos originarios, respetando y valorando sus tradiciones, idioma y cosmovisión y reconociéndoles un ámbito de razonable autonomía. Habrá también que seguir muy de cerca las propuestas de la Convención en materia de protección de la naturaleza y el medio ambiente. Debiéramos también, como ha hecho la Convención, reconocer los derechos de las minorías sexuales; de los adultos mayores; de las personas con discapacidad y de los niños, niñas y adolescentes”.