La enfermera que fue apuñalada tras salir de su trabajo en la Clínica Cordillera de Las Condes, Pola Álvarez, debió ser nuevamente internada en la (UTI) luego de sufrir trombosis en sus piernas y pulmones.
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La profesional fue atacada por la expareja de una colega, quien había tenido episodios de ataques verbales hacia ella, molesta por el nuevo cargo al que fue ascendida Álvarez en la clínica.
Su padre, Patricio Álvarez, en conversación con “Buenos Días a Todos”, explicó que “había tenido una recuperación rápida, que nos sorprendió a todos”, dijo el abogado. Aunque luego reconoció que “en un control rutinario se le descubrieron pequeños trombos en sus piernas y en sus dos pulmones, lo que obligó a tenerla internada 4 días”.
El padre de la enfermera indicó que ya “le dieron el alta el sábado y la tenemos en la casa con controles ambulatorios”.
Patricio afirmó que la profesional de la salud “empezó a sentir sus extremidades adormecidas, muy hinchadas y habló con las personas de la ACHS, quienes le hicieron un escáner y ahí la dejaron internada”.
El ataque a Pola Álvarez
Fue a la salida de su turno el domingo en la mañana, cuando Enrique Hanson llegó arriba de una moto y la atacó sin decir una sola palabra, propinando diversas estocadas por petición de su pareja, quien tenía un celo profesional hacia ella luego que asumiera como encargada de la Sección de Enfermería el 1 de junio, momento que comienzan los hostigamientos en redes sociales y las agresiones físicas al interior de la clínica.
“Es una cosa que no debería haber pasado jamás, es una ataque frío, sin conciencia de lo que sucedió. Es un ataque que yo no debería haber tenido jamás en la vida, ni nadie. Es un ataque que no se pensó cuando se actuó, sino que fue motivado por la maldad de dos personas”, dijo en su momento la enfermera atacada.