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Armani ya no es fashion: “emperador” del diseño reniega de las redes sociales y ahora proclama una “moda social”

La otra cara del magnate del vestuario. Giorgio Armani lidera las listas de Forbes, pero hoy se desmarca de la frivolidad, desaira las RR.SS. y asegura que “siempre quise vestir a personas reales, con necesidades”.

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Nadie podría criticar alguna excentricidad o despìste mediático de Giorgio Armani, el emperador de la moda italiana que a los 86 años proclama como principio la sustentabilidad del vestuario y reniega de las redes sociales desde ese trono donde se instaló como diseñador top hasta lograr mayor influencia que cualquier político o estrella del fútbol. Casi con un enfoque sociológico, sostiene que “la moda es un reflejo de nuestro tiempo. Y siempre me he acercado a ella como una herramienta para poder expresar lo que las personas buscan. Unas veces ha sido confianza y en otras ligereza, comodidad y empoderamiento”.

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Aferrado al mando de la compañía y ajeno a las frivolidades de otros creadores famosos, Armani admite que se enamoró de la moda casi por accidente: tras empezar a estudiar Medicina, consiguió un trabajo de decorador de vitrinas y luego de “comprador” de ropa masculina.

“Me metí en esto porque quería vestir a personas reales y satisfacer sus necesidades, pero no vengo de este entorno”, recuerda.

Los millones del imperio de la moda

En 1975 generó su marca, apoyado por su compañero Sergio Galeotti. En 1981 lanzó la etiqueta Emporio Armani y poco después, en 1984, sacó sus primeras fragancias con el sello reconocido de Acqua di Gio.

Pese a la crisis mundial, el negocio revela cifras formidables: el Grupo Giorgio Armani emplea actualmente a 8 mil personas en el mundo y tiene más de 12 mil puntos de venta. Incluso, en 2010 la revista Forbes lo consideró el diseñador italiano de mayor éxito comercial, estimando su fortuna en diez mil millones de dólares.

Sobre el éxito, asegura que “siempre he sido fiel a mis ideas y a mí mismo. No trabajo para complacer a los jóvenes, tampoco lo mercantilizo. Y creo que atrae el hecho de que tenga mi punto de vista”.

Y tampoco se deja llevar por frases populistas: “Veo las redes sociales, pero no las uso, pues tengo cosas mejores qué hacer. Al ser una figura pública, creé un perfil para mi compañía en Instagram, la plataforma donde contamos la historia del universo de Armani. No tengo planes de abrir un perfil personal; soy reservado y siempre he protegido mi vida privada. Además, no quiero ser influenciado por los influencers”, garantiza el “emperador” desde la vitrina de aquellos personajes planetarios que, en rigor, nunca pasan de moda….

<b>“Veo las redes sociales, pero no las uso, porque tengo mejores cosas que hacer. No tengo intenciones de abrir un perfil y no quiero ser influenciado por los influencers...”</b>

—  GIORGIO ARMANI

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