Un niño de 12 años llamado Archie Battersbee murió este sábado 6 de agosto en un el Royal London Hospital, luego de estar en coma durante cuatro meses.
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Los médicos le desconectaron los equipos de soporte vital, concluyendo así un tratamiento que fue el centro de una larga batalla en los tribunales con los padres del pequeño que quedó en ese estado tras protagonizar un peligroso reto de TikTok.
Según el diario “The Independent”, ese reto de la popular red social de origen chino para compartir videos fue bautizado “Desafío del Apagón”, y consiste en animar a quienes lo intentan a contener la respiración hasta que se desmayan por falta de oxígeno.
También se le conoce como “Desafío de asfixia” o “Desafío de desmayo”, pero el punto es que privar al cerebro de oxígeno puede provocar asfixia, y ello conduce a lecciones graves si la asfixia se prolonga, como lo sucedió a Archie Battersbee.
La madre del niño, Hollie Dance, dijo que su hijo murió a las 12:15 pm de Inglaterra, dos horas después de que el hospital comenzó a retirarle el tratamiento.
Las cortes británicas rechazaron el pedido de la familia de trasladar a Archie Battersbee a un hospicio, y la Corte Europea de Derechos Humanos se negó por segunda vez a intervenir en el caso.
“Él luchó hasta el final... Soy la mamá más orgullosa del mundo”, dijo Holli Dance, sollozando en las afueras del hospital.
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Uno de los miembros del paciente, Ella Carter, contó que Archie Battersbee “permaneció estable durante dos horas hasta que se le retiró completamente el respirador”.
“No hay ninguna dignidad en ver cómo se asfixia un familiar o a un niño. Ninguna familia debería pasar por lo que nosotros pasamos, es una barbaridad”, añadió.
El cuidado del menor se convirtió en el centro de semanas de debates legales, con los padres tratando de forzar al hospital a mantener el soporte vital, y los médicos diciendo que no había posibilidades de que el niño se recuperara pues se encontraba en estado de “muerte cerebral”, y que debería permitírsele fallecer.
El último viernes, la jueza del tribunal supremo Lucy Thies rechazó el último pedido de la familia, diciendo que el niño debería permanecer en el hospital mientras se le retiraba el tratamiento.