El investigador del Centro de Sistemas Públicos de la Universidad de Chile, Alejandro Barros, instó a que las autoridades dejen de modificar las fechas del cambio de hora, apuntando que dichas alteraciones traen importantes consecuencias a los sistemas informáticos.
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En conversación con Cooperativa, el académico manifestó que “el problema no es el cambio de hora”, propiamente tal, sino que “es ‘el cambio al cambio de hora’” apuntando a que “lo que hemos hecho los últimos años, es jugar con este tema y cambiarlo, moverlo”
“No se toma en serio que mover la fecha tiene impactos, y no es inocuo desde el punto de vista del esfuerzo que hay que hacer para producir esos cambios, que son en muchos sistemas”, advirtió Barros.
El investigador ejemplificó con sistemas vinculados al transporte “como son los de pasajes aéreos, de control de tráfico, de transacciones y telecomunicaciones, que utilizan la hora como un parámetro importante”, o también en el caso de los sistemas de pagos o transferencias, señalando que “si se producen con diferenciales de hora, generan diferenciales en montos, intereses y una serie de otras cosas”.
“Hay ciertos acuerdos internacionales con los husos horarios, y el resto del mundo tiene instaurado en sus sistemas computacionales que el cambio de hora en Chile se hace en tal fecha y pasa de horario de invierno al horario de verano. Si es que esto se mueve, lo que hay que hacer es modificar muchos sistemas computacionales”, explicó Barros, añadiendo que en algunos casos, “se pueden hacer automáticos, pero otros no, y requiere de muchas ‘horas hombre’ el trabajar en reconfigurar ese cambio”
Ante un posible “colapso” en los sistemas producto del “cambio al cambio de hora”, el experto mencionó que todo dependería del tiempo con el que se toma la decisión y los dispositivos que haya que intervenir para realizar el cambio. “Se trata de un problema que empieza a aumentar; cada vez tenemos más dispositivos, que tienen incorporada la hora como un elemento, en algunos casos incluso asociada al cálculo que hacen”, aseguró.
Finalmente, el académico criticó que el Estado mantenga intacta la medida del cambio de hora, argumentando beneficios de salud, seguridad o ahorro de energía. “No he visto en ninguno de los análisis que han hecho, tanto el Ministerio del Interior como del Ministerio de Energía, en los últimos 10 años que se analice cuál es el costo”.
“Se ve muy menor este tema, pero cada vez que se cambia se dice que ‘nos vamos a sentar a discutirlo’, y podrán haber opiniones a favor o en contra de que exista el cambio de hora, pero no podemos seguir jugando con moverlo de una semana para la otra”, decretó