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En el marco de sus encuestas “El Chile que Viene”, enfocadas en aproximaciones a los consumidores según sus miradas generacionales, Cadem efectuó hace poco una sobre el uso de smartphones.
Y no por intuidas, las conclusiones dejan de sorprender respecto de los cuatro grupos en los cuales se basó la muestra: Generación Z (de 13 a 21 años, nativos digitales y muy influidos por las aplicaciones), Millennials (de 22 a 35 años, de los años 90), Generación X (de 36 a 51 años, de los años 80) y Baby Boomers (52 a 71 años, de los 70).
Por ejemplo, casi la mitad de los chilenos realiza comprar por Internet de forma frecuente. Y los que más lo hacen son los Millenials y los de la Generación X.
La mitad de los chilenos se declara adicto a su teléfono, por lo que muchos no pueden salir sin él, duermen con el dispositivo al lado, lo revisan aunque no suene ni vibre... y lo llevan al baño. Y el 62% del tiempo destinado al celular es para uso personal, mientras que el resto es para actividades laborales.
“Ahora el 48% de los chilenos compra seguido por Internet, y eso lo hacen preferentemente por el teléfono. Es un gran aumento, pues en 2018 era apenas el 29%. Y por estrato social, quienes más compran son el segmento alto C1, con un 59%, seguidos del C2, con un 51%, y el C3 , con un 45%”, señaló el gerente de Asuntos Públicos y Estudios Cuantitativos de Cadem, Roberto Izikson.
El ejecutivo añadió que “los niveles de penetración del smartphone se mantienen muy altos en toda la población, y un 89% dice que tiene uno. Los Millenials, con un 97%, son los que más lo usan. Siguen los de la Generación Z, con un 95%. Otro dato interesante es que el 74% considera que los smartphones hacen más fácil la vida, al permitir trabajar, comprar, informarse y acercarse a familiares y amigos”.
El representante de Cadem declaró que “es contradictorio que pese a que con un 91% las aplicaciones de mensajería y con un 89% las redes sociales son las actividades para las que el teléfono es más usado, un 80% dice que las redes sociales exponen mucho a las personas, y el 67% afirma que los usuarios se muestran de una forma no real. O sea, tienen una opinión crítica, pero la gran mayoría igual las usa”
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Por su parte, la directora de la carrera de Ingeniería Civil Informática e Ingeniería en Computación Informática de la Universidad Andrés Bello sede Viña del Mar, Giannina Costa, destacó que “esta encuesta nos permite tener una clara radiografía del uso y de los hábitos del smartphone y también de las redes sociales por parte de los chilenos”.
A la académica le parece “interesante el cambio de comportamiento al comprar, con la modalidad online llegando casi a la mitad de los usuarios de celulares, quienes lo hacen frecuentemente en comercios que ofrecen despacho a domicilio “.
Y enfatizó en que “todavía un 31% de la población que cree que los datos personales que manejan las redes sociales son privados. Y no es menor tampoco que LinkedIn y WhatsApp son las que generan más confianza, mientras que Facebok y TikTok causan más desconfianza”.
Por su parte, el hoy académico la Universidad Mayor y quien fue subsecretario de Telecomunicaciones en el segundo mandato de la Presidenta Michelle Bachelet, Pedro Huichalaf, indicó que “Chile posee desde hace mucho tiempo una alta penetración móvil, con más del cien por ciento. Es decir, hay más celulares que habitantes en el país”.
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Y llamó la atención sobre “cómo la pandemia de coronavirus cambió nuestros hábitos, algo en lo que los smartphones están muy presentes. De hecho, durante este periodo subieron las conexiones a Internet y el delivery, que se vinculan con lo que trata este estudio”.
Pedro Huichalaf recordó que en sus tiempos en el Gobierno “cincuenta de cada cien personas se conectaban a Internet, y ahora eso creció mucho. Avanzó el comercio electrónico, potenciado por la industria comercial a través de los CyberDays, que cada vez son más seguros y expeditos, y desde la autoridad también se ha obligado a hacer muchos trámites online”.
El exsubsecretario subrayó que “esto llegó para quedarse. Uno no va a dejar de usar el celular, y por eso es necesaria la educación digital. Debemos seguir el ejemplo de otros países, en los que sí hay protección de datos y mas ciberseguridad, y la gente tiene conciencia de su rastro digital, asumiendo que este mundo no es anónimo”.
