Este jueves comenzó el juicio oral para altos ejecutivos de ENAP que busca establecer las responsabilidades por los episodios de contaminación por una nube tóxica que se vivieron en Talcahuano y la zona de Quintero y Puchuncaví en agosto de 2018.
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Se precisó que esta emergencia se dio cuando el Buque Tanque Cabo Victoria –prestador de servicios a ENAP– arribó a Talcahuano y Quintero operando Iranian Heavy, un petróleo de baja calidad y que contiene altas concentraciones de ácido sulfhídrico o H2S. Por consecuencia de una mala manipulación, se produjo la nube tóxica.
Por sus cargos en aquel año, el juicio contempla a Edmundo Piraíno, gerente de ENAP Refinerías Aconcagua; Álvaro Hillerns, gerente de ENAP Refinerías Biobío; Patricia Cabalá, jefa del departamento de operaciones de ENAP Refinerías Biobío; Juan Pablo Rhodes, jefe del terminal marítimo Quintero ENAP Refinerías Aconcagua; Jorge Farías, jefe del área marítima de ENAP Refinerías Biobío, y Carlos Lizana, jefe del área terrestre del terminal marítimo Quintero ENAP Refinerías Aconcagua.
La fiscal Ana María Aldana aseguró que esta investigación era bien compleja, ya que “fueron dos comunidades grandes, que tienen mucha población, y sobre el caso de Quintero, una comunidad frecuentemente golpeada por este tipo de eventos”.
