¿Los milagros existen? Si tienen algún tipo de dudas, seis personas en Nueva Zelanda de seguro lo corroborarán, luego que se hiciera presente de manera increíble dentro de un barco chárter pesquero un enorme tiburón mako totalmente descontrolado durante aproximadamente dos minutos. Por suerte y para todos, el evento no pasó a niveles trágicos gracias a un simple panel de vidrio que sirvió como elemento de separación entre la bestia y las presentes.
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Crónica del susto
El pasado sábado 5 de noviembre Ryan Churches, pescador veterano de más de 20 años de experiencia, brindó un servicio chárter a cinco personas con su barco Churchys Charter NZ frente a la costa de Whitianga en la isla norte de Nueva Zelanda. Todo parecía estar tranquilo como de costumbre, no obstante, la calma cesó cuando de manera inesperada un enorme tiburón saltó a bordo poniendo en peligro a todos los tripulantes de la nave acuática.
Según información detallada del Zealand Herald, medio local encargada de divulgar la primicia, se estima que el enorme animal sobrepasaba los 2.5 metros largo y 150 kg de peso y fue tan solo un simple panel de vidrio el responsable de que el capitán y sus cinco clientes pudieran salvaguardar su integridad física.
“Todos estábamos mirando la caña y la línea salía hacia el costado del bote y cambió de dirección repentinamente. El tiburón simplemente saltó al mismo tiempo y les había dicho a los clientes ‘si salta al bote, apártense’. Dio la casualidad de que unos 30 segundos después saltó sobre la parte superior del bote. Fue loco”, comentó al mencionado medio Ryan Churches.
Momento captado
El evento fue captado gracias a la grabación de una de las personas y en las imágenes impactantes se puede apreciar como el tiburón aterrizó en medio de la proa luego de ser enganchado por un anzuelo y en su desespero por querer volver al mar, golpeó varias veces de manera brusca el parabrisa.
Entre gritos de susto y mucha tensión al ver al animal moviéndose de manera desesperada y alocada, finalmente luego de dos minutos el tiburón pudo volver al agua sin lastimar a ninguna de las personas presentes.