Una cita con ocho exministros de Hacienda organizó la Facultad de Economía y Administración de la Universidad Católica en la Casa Central de ese plantel de educación superior.
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Bajo el título “La economía de transición desde Teatinos 120″ (la dirección de Hacienda) hubo ayer un conversatorio en el que participaron los “dueños de la billetera fiscal” desde el retorno a la democracia hasta el “estallido social”: Alejandro Foxley (1990-1994), Eduardo Aninat (1994-1999), Manuel Marfán (1999-2000), Nicolás Eyzaguirre (2000-2006 y 2017-2018), Andrés Velasco (2006-2010), Felipe Larraín (2010-2014 y 2018-2019), Alberto Arenas (2014-2015) y Rodrigo Valdés (2014-2017).
Y si hubo algo en lo que coincidieron todos fue en su crítica al modo en el que se ha desarrollado la política en los últimos años y en la necesidad de retomar los acuerdos, dado que según sus experiencias el manejo del Ministerio de Hacienda no está ajeno a los vaivenes partidarios y/o gubernamentales.
“En el Parlamento se busca la popularidad inmediata, lo que hace muy difícil la tarea del ministro de Hacienda e incluso la del Presidente, y además se hace carrera política regalando cosas a la gente”.
“Todo lo racional que se hizo para levantar al país tenía de trasfondo una clase política con capacidad de entenderse y de poner primero los intereses colectivos. Hay que corregir esas distorsiones y hacer una reforma que haga de nuevo gobernable a este país”, dijo Alejandro Foxley, ministro de Hacienda del Presidente Patricio Aylwin.
Eduardo Aninat, ministro de Hacienda del Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, añadió que “hay que conversar más al interior de la coalición de Gobierno, algo que es tan importante como tender puentes con los adversarios. A los últimos Gobiernos y al actual les ha faltado afinar el radar sobre qué está pasando con quienes los apoyaron”.
“Temo que la actual administración, con todas sus dificultades, tendrá un feedback complicado. También hay que ser realistas y conectarse con la ciudadanía, pues en caso contrario se verá afectada cualquier política económica”.
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El ministro de Hacienda del primer Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, Andrés Velasco, indicó que “los países que arreglan sus problemas no lo hacen gracias a un Presidente o a un ministro de Hacienda. Eso se hace gradual y continuamente”.
“El trabajo del ministro de Hacienda no se entiende sin un contexto político. Y por eso si la política anda bien, la hacienda pública sigue el mismo camino. Pero si la política anda mal, la hacienda pública se desordena, como ha ocurrido en años recientes. El gran desafío que se le presenta al país es cómo volvemos a la senda de la buena política. Estuvo de moda denostar los acuerdos, pero esa es la única alternativa viable para el país”.
Y Felipe Larraín, ministro de Hacienda en los dos periodos del Presidente Sebastián Piñera, enfatizó en que “tenemos un sistema político disfuncional y además se ha instalado la falsa idea de la refundación”.
“Lo cierto es que un país no se construye en un día, sino que hay que construir sobre lo que ya está. Por eso es necesario ponerse de acuerdo en temas mayores para, por ejemplo, no discutir reformas tributarias en todos los periodos presidenciales, como se ha dado hasta ahora”.