Con solamente 27 años y el registro de ser la ministra más joven de la historia política de Suecia y de Europa, Romina Pourmokhtari constituye un caso tan atípico como contradictorio en el cambiante panorama del poder en el país escandinavo, que pasó del control constante de la socialdemocracia a un gobierno comandado por el líder del partido Moderado Ulf Kristersson, con el apoyo de la ultraderecha.
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En un afán explícito de “unir a la sociedad sueca”, el primer ministro integró a la coalición a los democratacristianos, los ultraderchistas Demócratas de Suecia y el Partido Liberal, que instaló a la joven Pourmokhtari como ministra del Clima e Industria en una nación de tanto desarrollo como interés en proteger el medioambiente.
Igual que en Chile y otras partes, el pasado en las redes sociales resiente la imagen pública de la cientista política de origen iraní. Alguna vez, ella denunció con dureza el acercamiento de la derecha moderada a la ultraderecha y tuiteó que nunca gobernaría con “esa coalición”. Y también son llamativas las críticas del Partido Verde condenando que su gestión acabe con el ministerio del Medio Ambiente en un país que tiene a Greta Thunberg como emblema de su interés en salvar el planeta.
“Es bueno pertenecer a una generación que se preocupa por el cambio climático y que realmente quiere hacer una diferencia. Veo un gran potencial en el hecho de que como joven haré cambios significativos en esta área”, se planteó en una entrevista con el diario Expressen de Estocolmo, mientras se la cuestiona por integrar un gobierno que luchará sin cuartel contra el crimen y la inmigración, y promueve la construcción de nuevos reactores nucleares.
Hija de iraníes y su vida en un barrio de Estocolmo
Romina es hija de un refugiado político, en una familia iraní en la periferia de Estocolmo. Escribió ‘Nuggets de pollo sobre tiza’, donde habla de clasismo, sexismo, racismo, suburbios y exclusión, y cuenta su infancia en el barrio de Sundbyberg y los veranos en Irán que forjaron sus valores y su compromiso político. “No cambié opinión sobre nada, pienso igual que siempre y veo una oportunidad de marcar la diferencia en política ambiental y climática”, asegura.
En definitiva, mientras los politólogos analizan la irrupción y la llegada al poder –y sus peligros- de aquellos líderes que recién bordean los 30 años, acuñando el concepto de efebocracia o el gobierno de los más jóvenes, la ministra Pourmokhtary no teme a la dinámica de esos cambios y apuesta por remecer los cimientos de la tradición sueca…
<i><b>“Aunque efebo comúnmente significa adolescente, en la Antigua Grecia el uso estaba reservado para los miembros de la ephebeia, institución que se dedicaba a formar a los futuros ciudadanos, entrenando a los efebos en las artes de la guerra, a veces incluso en el campo de batalla.. Indica juventud y la efebocracia, el gobierno de los jóvenes”.</b></i>
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