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Revelan delirante chat de cliente que mató a repartidor y se fue a comer hamburguesa

El homicida de Ñuñoa se hizo pasar por PDI y le mandó un amenazante texto, ante la demora de su pedido.

Gran impacto causó el pasado 28 de diciembre el homicidio de un joven repartidor venezolano, quien fue apuñalado por un cliente furioso en el hall de un edificio de Ñuñoa.

La víctima fue Heberth Sánchez, de 19 años y con situación migratoria regularizada. Llevaba 1 año y 7 meses en Chile, y vivía con su madre y hermano menor, según reveló un informe del noticiero 24 Horas.
Tomás Aguirre Martínez, acusado de homicidio.

Fue el pasado 28 de diciembre, cuando el día de los Inocentes dejó para la historia a un gran culpable de homicidio de matar a un repartidor de comida que tardó más de la cuenta en llevarle la hamburguesa y bebida que había pedido por una aplicación, en la comuna de Ñuñoa. Razón por la cual, lo mató a puñaladas en el hall de su edificio, para luego subir a su departamento a saborear su pan. Un verdadero delirio, del cual 24 Horas de TVN reveló más antecedentes, sobre la conversación que tuvieron minutos antes.

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Herberth: “Amigo, tuve un inconveniente porque al lado del mall estaban fiscalizando”.

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Tomás: “No es culpa mía, ¿dónde está mi pedido?”.

Herberth: “Yo tengo su pedido, sé que no es su culpa”.

Tomás: “Que no falte nada, ni la bebida. Estaré esperando abajo”.

Herberth: “Y si falta la bebida ¿qué? ¿está amenazando? Yo no soy ladrón, le dije que le voy a llevar su pedido y que yo lo tengo”.

Tomás: “Pagué por la bebida. Si no está, sería un robo. Trabajo en la PDI, así que espero que llegue todo en su lugar, más encima siendo fiscalizado”.

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“Crimen de odio”

Ante esto, la madre de Herberth Sánchez, el joven de 19 años que vivía hace un año y siete meses con una situación migratoria regularizada en nuestro país, interpondrá una querella por homicidio calificado para pedir la pena máxima, y no descartan invocar la Ley Zamudio como agravante.

“Estaríamos en presencia de un crimen de odio. No nos cabe duda que la nacionalidad y el origen de nuestro representado serían circunstancias que motivaron al imputado a quitarle la vida”, dijo Víctor Mallea, abogado querellante.

El homicida Tomás Aguirre Martínez ese día bajó con un cuchillo a recibir el pedido, del cual se indica que tardó menos de 15 minutos.

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