La vocera de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, se refirió a las declaraciones y las críticas realizadas por la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, sobre el proyecto de Síndrome de Alienación Parental puesto en tabla en la Comisión de Familia y Desarrollo Social de la Cámara de Diputadas y Diputados.
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La secretaria de Estado afirmó que dicha iniciativa no es apoyada por el Ministerio de la Mujer y el Gobierno y aseguro que el “Síndrome de Alienación Parental no existe, es un invento creado en los 80 para defender a padres acusados de abuso sexual o incesto que nunca ha pasado por ninguna validación científica o de asociaciones psiquiátricas”.
Al respecto, la vocera del máximo tribunal dijo este jueves que “No soy psicóloga. No es un invento, es algo a lo que se ha llegado de acuerdo a exámenes psicológicos. Y, en consecuencia, no me atrevería a decir que se trata de un invento, sino que de un tema que se ha detectado en pericias psicológicas”.
”Ahora, la procedencia o improcedencia, o si estiman los jueces de familia que ello procede o no, no es materia de nosotros como Corte Suprema, es un tema jurisdiccional de cada juez”, explicó.
Afirmó que “no le puedo decir (a la ministra) cómo cada juez de familia analiza el tema de la alienación parental. Obviamente, siempre que se discute el cuidado personal de un menor, puede haber la impresión de las partes que la otra está tratando de alguna manera, manipular a los hijos”.
”Pero la apreciación de la prueba en esa materia, en que hay un consejero técnico en el tribunal y hay un juez que está interpretando la prueba, es un tema privativo de cada uno de los tribunales”, manifestó.
La portavoz del máximo tribunal agregó que “en consecuencia, no podemos como Corte Suprema hacer un lineamiento en esa materia, y puede ser que, lo que se conozca como irregularidad, tenga que ver con que en algunos casos se configura esa figura, y en otros casos no”.
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¿Qué es el Síndrome de Alienación Parental?
El Síndrome de Alienación Parental (SAP) se define como la manipulación, consciente o inconsciente, de uno de los padres, generalmente del que tiene el cuidado personal del niño, sobre la opinión que el hijo tiene del otro progenitor.
Esto con el objetivo de aliarse en contra de éste en un sentimiento de odio, que justifique la obstaculización o ruptura total de la relación directa y regular entre ellos.