El concejal René Lues hizo público por medio de una denuncia el funcionamiento de más de 20 puestos de venta ilegal de alcohol en el borde costero de Viña del Mar, región de Valparaíso. Los botilleros y locatarios establecidos han pedido mayor fiscalización a las autoridades. Aseguraron que desde septiembre el comercio ilegal se estableció en los balnearios a través de la comercialización de cervezas y mojitos.
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En esa línea, Jorge Cuevas, vocero de los botilleros de Viña del Mar, criticó la falta de fiscalización a ese tipo de comercio informal, añadiendo que la venta se realiza incluso fuera de los horarios establecidos en la ley de alcoholes. ”Nosotros somos 300 botillerías en Viña del Mar, de venta de alcohol, y donde no existe esa fiscalización que estamos reclamando, ese clandestinaje que nunca se ha fiscalizado, es donde se consigue más alcohol. Nuestros registros dicen que la curva sigue igual, constante, en pandemia se disparó, siguió un porcentaje alto”.
Según el concejal viñamarino René Lues la venta de bebidas alcohólicas en las playas ha incrementado considerablemente, así lo demuestran los puestos instalados en el borde costero para la comercialización de mojitos. ”Hoy día ya tenemos aproximadamente 20 o más de 20 que venden alcohol, con mochila, entonces son 20 personas que venden alcohol, porque tenemos 20 puestos ilegales que venden alcohol en el borde costero, más la gente que va a vender. Esto es algo que está sobrepasado, desbordado”.
Javier Álvarez, presidente de la Asociación Gastronómica Barrio Poniente Viña del Mar, aseveró que además de la venta de alcohol también se ofrece comida, sin que se cumplan los estándares mínimos de salubridad. ”El comercio ambulante está descontrolado acá en nuestra ciudad, hay ventas de comida sin ningún seguimiento de parte de las autoridades sanitarias, lo que puede atraer enfermedades a las personas que las consuman, también hay venta de alcohol a menores, e incluso venta de alcohol a gente que está en estado etílico”, dijo.
Los dirigentes esperan que las autoridades aborden esta problemática que genera un perjuicio económico de los locales establecidos. Ante eso, desde el municipio indicaron estar al tanto de la situación y, por ello, intensificarán las fiscalizaciones en el borde costero.