El macizo del volcán Villarrica ha vuelto a presentar actividad volcánica, una condición natural que lo ha ubicado como uno de los volcanes más peligrosos del país con el mayor registro histórico de erupciones de Sudamérica, las más relevantes ocurridas en 1948, 1949, 1963, 1964, 1971, 1984 y 2015.
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Los más recientes señales del volcán comenzaron hace sólo unos días, evidenciando un incrementó en su actividad a través de emisiones de gas con ceniza fina y explosiones en el cráter.
”Este volcán se encuentra con actividad volcánica de tipo estrombolianas, que implica pequeñas explosiones de burbujas de gas hacia la superficie que arrastra magma y expulsión de flujos de piroclastos como cenizas, rocas y otros, que en la noche se ven como verdaderos fuegos artificiales”, explicó Felipe Aguilera, director del Instituto Milenio de Investigación en Riesgo Volcánico.
Alerta amarilla en el volcán
“El ascenso del lago de lava, explosiones menores con eyección de material balístico, incandescencia nocturna y pulsos de tefra (cenizas volcánicas de diferentes tamaños) y actividad sísmica componen gran parte de lo que se espera para este tipo de volcanes que tienen una columna de magma expuesta en superficie y que constantemente presenta aumentos en su actividad, sin terminar en grandes erupciones”, señaló Caro.
Aguilera precisó que, a pesar de que presenta eventos menores hasta la fecha, éstos si constituyen un riesgo para las personas, por lo cual es necesario mantenerse alejados del volcán. “Por lo tanto, es sumamente peligroso mantener la actividad turística en el volcán. Por eso es vital la alerta amarilla decretada por ONEMI y la recomendación de Sernageomin, de mantener un área de restricción de 500 metros desde el cráter del volcán”, advirtio el especialista.