El Día Mundial de la Salud se conmemora todos los años el 7 de abril y marca el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud, en 1948. Esta efeméride ha tomado especial relevancia durante los últimos años, luego de enfrentar la pandemia del coronavirus, que a la fecha deja más de 6,8 millones de personas fallecidas en el planeta.
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Pero más allá de los efectos inmediatos y evidentes que dejó el Covid-19 sobre la población, la emergencia sociosanitaria también ha tenido efectos psicológicos posteriores importantes, vinculados a los encierros por cuarentenas, a la incertidumbre, a la pérdida de seres queridos producto de la enfermedad o incluso al estrés por dificultades económicas.
Es en este escenario donde los problemas del sueño han ido en aumento y el buen dormir, para muchas personas, parece algo lejano, repercutiendo de forma directa en el bienestar corporal, el rendimiento laboral o incluso en enfermedades psicológicas más complejas.
Mantener la higiene del sueño para lograr un buen dormir depende de muchos factores, desde rutinas de desconexión a los dispositivos electrónicos, pasando por técnicas de relajación e incluso en elección correcta de un respaldo cama 2 plazas, algo que puede parecer irrelevante, pero que es de suma importancia tomando en cuenta que las personas pasan al menos 25 años de su vidas durmiendo, es decir, un tercio de toda tu existencia.
Recomendaciones para un buen dormir
No solo importa la cantidad de horas que se duerma, también es relevante la calidad del sueño. La calidad del descanso y la manera en que el cuerpo funciona al día siguiente dependen del total de horas que se duerme y de la duración de las distintas etapas de sueño que las personas tienen cada noche.
Si bien la forma de descansar varía según la persona, la edad, el sexo y la actividad física que se realiza durante la jornada, existen algunas bases que se deben intentar seguir para mantener la higiene del sueño. Algunas de ellas tienen que ver con los ambientes en cuanto al nivel de luminosidad de los espacios, a los niveles de ruidos en el entorno e incluso la adquisición de productos correctos para un buen dormir. No es lo mismo escoger una cama para una sola persona que para una pareja. Así, por ejemplo, una cama europea 2 plazas puede resultar mucho más saludable en cuanto a las posturas de espalda que otra más pequeña, en caso de que dos personas compartan espacios a la hora de dormir.
Las habitaciones en este punto también juegan un papel fundamental. Expertos recomiendan dejar al menos un metro de distancia entre la cama y la pared de la habitación, para así facilitar la circulación y la limpieza, entregando una sensación de descanso más profunda. Una vez zanjado el espacio, será más sencillo elegir entre una cama pequeña, una Queen, King, Super King o una cama americana 2 plazas.
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Al mismo tiempo, existen determinadas conductas que permiten llegar a un descanso pleno, y por lo general, su cumplimiento depende estrictamente de cada las personas. Es indiscutible que fomentar hábitos de higiene del sueño va en directo beneficio del rendimiento diario, de mantener una vida sana e incluso para evitar enfermedades:
Ajustar horarios de sueño: acostarse y levantarse a la misma hora cada día ayuda a generar hábitos que acostumbran al cuerpo a determinados comportamientos. Esto ayuda a conseguir descansos más profundos y reponedores.
Evitar la cafeína y la nicotina: el consumir este tipo de sustancias en horas cercanas a las del descanso, afecta directamente a la posibilidad de conciliar un sueño reparador e incluso puede fomentar el insomnio u otras complicaciones.
Evitar bebidas alcohólicas antes de acostarse: muchas de ellas presentan un alto contenido calórico, lo que puede afectar de manera directa en un buen descanso.
Evite comidas y bebidas abundantes a altas horas de la noche: ya que los procesos digestivos podrían afectar en algún nivel una buena conciliación del sueño.
No realizar siestas largas y después de cierta hora: esto evitará llegar a las horas de descanso nocturno sin la sensación de sueño.
Crear ambientes apropiados: deshacerse de las distracciones que existan en la habitación antes de dormir es clave. Evitar ruidos, luces brillantes, camas incómodas, un televisor, una computadora o incluso apagar el celular antes de entrar a la cama son algunas recomendaciones sencillas para mantener la higiene del sueño y lograr un buen descanso.