Aunque en su esencia continúa siendo una niña curiosa, inconformista, tierna y cuestionadora, los 60 años que Mafalda cumplió en marzo de 2022 fueron motivo de celebración universal para los millones de seguidores que descubrieron su encanto cuando aún era una tira emergente en diarios y revistas argentinas. Y también será una razón de festejo para ellos saber que ya está en marcha la película que sondeará en la vida de su creador, el genial dibujante Joaquín Salvador Lavado.
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El documental “Quinografía” tiene como eje una serie de entrevistas y documentos de Quino, el tímido mendocino que emigró a Buenos Aires con la idea de convertirse en dibujante humorístico, antes de que se proyectara internacionalmente y que tuviera en su consagración el sello del Premio Príncipe de Asturias a la Comunicación y Humanidades (2014).
La guionista Mariana Guzzante revela que “pusimos el foco en el Quino que la gente no conoce. Sigue siendo muy famoso por sus personajes de Mafalda y sus amigos, pero él en su persona, más íntimo en su seno familiar, no es tan conocido y es la motivación para contar su vida”.
El equipo lo entrevistó en su casa de Mendoza, en 2014 en un extenso reportaje que –según detalla- “empezó de día y terminó de noche”, donde el artista hizo recuerdos de su infancia en Guaymallén, la muerte de sus padres que lo marcó cuando era aún adolescente, la tremenda influencia de su abuela comunista Teté y la decisión junto a su esposa Alicia de no tener hijos.
“Nos gusta creer que aquella fue su última entrevista, lúcido y feliz”, confiesa Guzzante, en referencia a una dura etapa final: fue perdiendo la vista, en 2017 fallece su mujer, decae profundamente y muere a los 88 años en 2020.
Cuando el mundo iba a cambiar para mejor...
En la cinta, Quino define su visión del mundo: “Cuando me preguntan qué pensaría Mafalda de tal cosa, yo digo que lo mismo que dijo en su momento ante otros hechos similares. Aquella fue una época llena de acontecimientos; parecía que el mundo iba a cambiar para mejor; estaba Mayo del ‘68, la buena guerrilla en América latina–, Juan XXIII, había mucha esperanza de que el mundo cambiara. Después cambió, no digo que para peor, pero para seguir como siempre”, resume.
En rigor, la biopicture plasma el sarcasmo, ingenuidad y sentido crítico de Quino, pero también la condición cosmopolita de Mafalda, traducida incluso al chino, armenio y guaraní y que en Taiwán fue lectura obligatoria en las universidades de Literatura y Filosofía. La misma chica que hoy repetiría: “Paren el mundo que quiero bajarme”.
<b>“Fue una época llena de acontecimientos, parecía que el mundo iba a cambiar para mejor: estaban mayo del 68, la buena guerrilla en América Latina, Juan XXIII. Después el mundo cambió, pero para seguir como siempre...”</b>